Hace poco más de 15 años, un gerente de línea de una empresa local recibió la liquidación y un premio porque la firma se vendió a una transnacional.
Con el dinero en mano decidió dos cosas: seguir trabajando y buscar orientación para invertir. Lo colocó en activos bursátiles y con las ganancias construyó un primer apartamento.
Hoy, a sus 58 años, ya tiene 10 apartamentos de los cuales recibe renta y logró mantener intacto el principal de su liquidación. Está listo para ingresar a la edad de pensionarse con un patrimonio bien establecido.
Este caso real es utilizado como ejemplo para estimular a quienes reciben pequeñas fortunas por liquidaciones laborales, herencias, ganar un juicio o pegarse la lotería a usar los recursos para formar un sólido patrimonio.
El ejemplo es parte de una charla que sobre este tema brinda la empresa Corporación de Negocios y Desarrollo, especializada en asesoría e inversión de patrimonios, por medio de Randal Díaz, uno de sus socios.
Esa firma da asesoría bursátil, en bienes raíces, asesoría legal y de otros tipos. Díaz es corredor de bolsa desde 1994.
En lo relacionado con la creación de patrimonio coincidieron con Díaz ejecutivos de los bancos Nacional y de Costa Rica. Ellos aconsejan reconocer la verdadera riqueza; es decir, crear patrimonio y no reducirla a manifestaciones como carros de lujo.
Autoevaluación. Tanto Díaz como Álvaro Gómez, gerente general de BN Valores, y Mariano Benavides, gerente de productos al detalle del Banco de Costa Rica, dicen, por separado, que debe hacerse una autoevaluación y definirse un perfil de inversionista.
A partir de ahí debe respetar su dinero, lo que implica no malgastarlo, tener claro que viene una etapa de la vida en que se es improductivo (tercera edad) y se debe contar con recursos.
Algunos dedican los recursos extraordinarios a pagar deudas, pero estas obligaciones se deben rentabilizar. A veces da más invertir el dinero y con la ganancia pagar la deuda, que dedicar la entrada extraordinaria a cancelarla.
Gómez dice que dentro de la autoevaluación, se define cuán adverso soy al riesgo y, según eso, se decide si se deja un monto para retiro periódico, si se asegura vivienda para familiares y otros aspectos.
Dentro de los consejos que da la Junta de Protección Social a los ganadores de lotería se permite dedicar una parte a la diversión, como viajes, siempre destinando la mayoría a la inversión. Pero los agentes de bolsa y otros especialistas prefieren que primero se haga patrimonio y luego venga ese gasto.
Por ejemplo, Flor, una educadora pensionada afiliada a la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), dedicó una parte de su ganancia imprevista a viajar. Ese es uno de los grandes objetivos de su vida, nos dijo en su oficina.
A sus 63 años, Flor recibió una ganancia inesperada tras ganar un juicio laboral al Estado, apoyada por el Departamento Legal de ANDE. Le pagaron beneficios acumulados que dejó de recibir desde 1996, cuando por problemas de voz la sacaron de dar clases y la mandaron a otras tareas. Está pensionada desde 1995, pero sigue trabajando como promotora de ANDE, donde seguirá pese a esa entrada.