Incop recibió el balneario de Puntarenas con algunos detalles sin terminar, lo cual afectaría la fecha de su apertura.
El pasado 5 de junio, la entidad recibió las llaves de la obra por parte de la firma Navarro y Avilés, responsable de la reconstrucción del balneario, el cual estuvo abandonado por más de 12 años.
Aunque el inmueble es propiedad de la Municipalidad porteña, el Incop asumió el costo de su remodelación, valorada en unos ¢1.500 millones.
Urías Ugarte, presidente del Incop, reconoció que la obra fue recibida en custodia porque la Municipalidad de Puntarenas no tiene los recursos para la vigilancia y el mantenimiento. Agregó que “técnicamente” el balneario no se ha recibido.
Explicó: “Como toda casa nueva hay detalles que estamos revisando. Si no se hicieron y están dentro de los planos, la constructora asume el 100%. Si no es así, ese costo lo asume el Incop”.
Lo que falta. Gustavo Araya, presidente de Grupo Gastronómico La Herradura S. A. –firma que administrará el balneario por los próximos seis años–, aseguró que la obra presenta deficiencias “mínimas” con la pintura de la piscina y el sistema de vigilancia.
También mencionó que las instalaciones no cuentan con un pararrayos y hay poca señalización, al tiempo que lamentó algunos daños en el área de sanitarios.
“El balneario quedó muy bonito según una revisión preliminar del Incop, pero hay detalles por resolver. No son serios, pero alguien tiene que hacerse responsable antes de que comencemos la operación”, dijo Araya.
El empresario adelantó que en estos días se reunirá con representantes de la entidad para analizar este tema, del cual depende la fecha de apertura.
Ugarte confía en que las obras pendientes estén listas en un plazo no mayor a las dos semanas, de modo tal que esté listo para que el concesionario asuma su administración.
Araya se mostró esperanzado en que su representada obtenga los permisos sanitarios y municipales en el corto plazo, lo cual le permitiría abrir el balneario el próximo mes de agosto.
Grupo Gastronómico La Herradura S. A. espera generar entre 40 y 60 empleos directos con la operación, al tiempo que invertirá poco más de ¢200 millones en la administración del inmueble.