Iglesia llama a cultivar la armonía y el perdón al prójimo

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El fervor y la meditación desfilaron anoche junto con cientos de fieles católicos que acudieron al tradicional Viacrucis en la capital.

Niños, jóvenes, adultos y personas mayores abarrotaron las aceras de la avenida cuatro de San José para recordar el sufrimiento de Cristo en su camino al Calvario.

El Viacrucis arrancó a las 7 p. m., al costado oeste de la iglesia de La Merced, sobre el nuevo bulevar de la avenida cuatro, y culminó en la catedral metropolitana.

En años anteriores, la procesión se realizaba a lo largo de la avenida segunda.

El recorrido de catorce estaciones fue guiado por el arzobispo de San José, monseñor Hugo Barrantes, quien fue acompañado por el nuncio apostólico, Pierre Nguyên Van Tot, los Caballeros del Santo Sepulcro de la catedral, seminaristas y varios sacerdotes.

Monseñor Barrantes aprovechó los momentos de meditación para hacer insistentes llamados a los fieles a no dejar pasar la oportunidad de cultivar durante esta Semana Santa la armonía, así como el perdón al prójimo.

“Dejemos de construir muros, inventar odios y pongámonos a construir puentes, más solidaridad, más armonía, más perdón y misericordia. Veámonos como hermanos y no como enemigos”, subrayó Barrantes.

Sus palabras fueron escuchadas en silencio por los asistentes.

Entre ellos estuvo María de los Ángeles Ramos, de 78 años y vecina de Desamparados, quien, pese a tener dificultades en la pierna derecha, nunca deja de asistir llena de fe al Viacrucis.

La procesión, caracterizada por el orden y la temperatura cálida, duró alrededor de dos horas. Los cantos religiosos acompañaron todo el recorrido.

Durante la celebración, se contó con la presencia de oficiales de la Fuerza Pública y de la Policía de Tránsito.