Una forma más moderna, ágil y barata de detectar lesiones en el cérvix que el Papanicolaou y una propuesta de un expediente médico electrónico que englobe toda la historia médica de un paciente, recibieron ayer el premio Estrategia Siglo XXI Jorge Manuel Dengo.
Este reconocimiento se entrega a las mejores ideas tecnológicas para el desarrollo nacional.
“Este premio es un aporte a la ciencia y a la tecnología. Además, permite valorar el esfuerzo de costarricenses que desarrollan proyectos en función del desarrollo de una Costa Rica mejor”, expresó el físico y astronauta costarricense Franklin Chang Díaz, presidente de Estrategia Siglo XXI.
El nuevo Papanicolaou. El premio en la categoría general fue para la empresa BioTD con su producto Citofem, que sus creadores describen como el sustituto de la prueba Papanicolaou.
A diferencia del tradicional método de citología vaginal, esta propuesta tiene dispositivos más eficientes, como un cepillo cervical completamente integrado que permite una aplicación más fácil.
Además, la muestra se preserva en un medio líquido, lo que permite separar mejor el moco de las células inflamatorias y le deja al especialista la posibilidad de un diagnóstico más rápido y certero. Este producto fue aprobado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) y se comercializa en Centroamérica y México.
“Este dispositivo es más ágil y más barato que el Papanicolaou, método que se usa desde hace 90 años. Podemos decir que desde nuestro laboratorio en Costa Rica se fabrica la mejor prueba de tamizaje de cáncer cervical en el mundo”, dijo Roy Mora, de BioTD.
Expediente “en la nube”. La empresa Novac ganó el galardón a la categoría Mipymes, por la iniciativa Synapticus, expediente médico electrónico que permite al paciente, sin importar el médico que lo atienda ni donde esté, tener acceso al control de sus citas médicas, tratamientos, enfermedades, alergias, y medicamentos.
“Mi hermana Paula tuvo una operación y le salió mal. Tuvo que ir de médico en médico, con kilos de papeles de expedientes; los papeles se perdían, los exámenes no aparecían, era acongojante. La solución fue crear un expediente tan sencillo que los pacientes lo puedan usar, además de que todo médico pueda saber grupo sanguíneo, alergias, enfermedades y qué médicos han tratado al paciente”, dijo Rafael Azofeifa, de Novaq.