Hotel escazuceño cambia de dueño y relanza imagen

Inmueble de estilo sureño de EE. UU. fue vendido en marzo pasado

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Desde el 21 de julio, el nombre White House desapareció del hotel de estilo sureño estadounidense que se ubica en las montañas de Escazú, y ahora se llama Resort Hotel Grand Tara Spa & Casino.

El inmueble cambió de manos en marzo pasado, y los nuevos propietarios decidieron darle un giro de 180 grados a la orientación del hotel, admitió su gerente general, Ludwing Díaz.

Los nuevos dueños son los mismos del hotel boutique Beacon, también en Escazú, quienes han invertido $300.000 en la remodelación y relanzamiento de la propiedad, que, bajo el nombre White House, “tuvo una orientación de servicio diferente”, indicó Díaz.

“Hemos sido claros en los segmentos que queremos capturar y en aquellos que no encajan con nuestra visión. Ha habido clientes que se han resentido, pero de manera respetuosa les hemos dicho que nuestro hotel apuesta por el turismo de bienestar, corporativo, familiar y de bodas”, detalló Díaz.

Lo anterior fue ratificado por John Litman, uno de los nuevos propietarios del Resort Hotel Grand Tara, quien agregó que tanto este hotel como el Beacon “se complementarán con los servicios”.

Mencionó, por ejemplo, la posibilidad de que los huéspedes del Beacon utilicen la piscina, el restaurante y hasta el bar-casino del Gran Tara.

En cuanto al casino, Díaz indicó que el hotel mantuvo “unas máquinas para uso de los huéspedes”. “No habrá descontrol, como pasó con el White House”, apuntó.

Dura tarea. En el mercado nacional hay ejemplos de hoteles que cambiaron su vocación de servicio. Este es el caso del Gran Hotel Costa Rica, reconoció su propietario Érick Gutiérrez.

Relató que, antes de que él asumiera la administración en el 2003, el inmueble contaba con un casino que “perjudicaba al turista que buscaba otro tipo de ocio y descanso”. Adicionalmente, asegura que la imagen de San José centro estaba muy deteriorada.

“Era común que los hoteles permitieran visitas que buscaban el turismo sexual”, añadió.

De ahí que entre las primeras medidas que él adoptó al frente del Gran Hotel Costa Rica fue eliminar el casino, y enfocar la vocación hacia un turismo “que aprecia la cultura, los museos, el arte”, aunque el cambio no fue fácil.

“Nos dimos a la dura tarea de restauración; es decir, volver a buscar la esencia de aquel gran hotel que nació en 1930, aunque al principio fuimos muy criticados por este cambio, pero luego hubo otros hoteles que nos emularon”, explicó.

Precisamente, los nuevos dueños del Resort Hotel Grand Tara buscan retomar los principios que guiaron a la pareja de estadounidenses que a inicios de los noventa abrió el entonces Tara Resort Hotel, dirigido a un “turista amante de la calidad”, comentó Díaz.