Hospital de Niños, al tope por víctimas de accidentes

Unidad de trauma, saturada; la mayoría de pacientes está por atropellos y choques

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El Hospital Nacional de Niños está al tope de la ocupación en sus unidades de traumas, quemaduras y cuidados intensivos debido a la gran cantidad de víctimas infantiles de accidentes, en especial de tránsito y de quemaduras.

Siete pequeños víctimas de quemaduras permanecen internados en condiciones críticas; dos de ellos, debido al uso de la pólvora.

Otros diez se encuentran en diferentes salones, recuperándose de las heridas causadas por armas de fuego y accidentes de tránsito.

El director del hospital, Rodolfo Hernández Gómez, calcula que diciembre cerrará con un incremento superior al 20% en la atención de accidentes con respecto al 2010.

“Año con año vemos que la situación recrudece. Un accidente es sinónimo de violencia”, manifestó el médico.

Con él coincide su colega de la unidad de trauma, Fabiola Chacón: “Estamos perdiendo esta lucha. No hemos tenido una feliz Navidad. Es el momento de hacer un alto. No podemos permitir que esta violencia se vuelva algo cotidiano. Esta navidad ha sido muy mala en nuestro hospital”.

Los niños que han ingresado en estos días –especialmente después del 20 de diciembre– tienen en promedio 5 años de edad.

En la unidad de quemados, incluso hay un bebé de tres meses con una quemadura profunda en la frente debida a una luz de bengala.

“El milagro de Navidad que hemos tenido es el del niño de diez años cuyos padres fallecieron en la zona sur cuando la moto en la que los tres iban fue chocada por un vehículo”, relató Hernández.

“Está vivo y progresa. Cuando fuimos a dejarle un regalo de Navidad, nos pidió un segundo regalo: ‘Quiero salir bien del hospital para irme a la casa’. Este regalo está asegurado”, agregó el médico.

Otros dos niños están internados heridos de bala. Una de las víctimas es de Limón.

Según contaron los médicos, unos desconocidos ingresaron en la casa del pequeño con una ametralladora AK47, balearon a la familia, le mataron a varios parientes y a él le ocasionaron heridas en el pecho que lo mantienen delicado.

En este diciembre, hasta el momento, solo un menor ha fallecido. Era un niño de dos años, quien murió el 13 de diciembre como consecuencia de los golpes recibidos de sus padres.

El costo de todas estas atenciones es elevadísimo. Cada día, solo el ocupar una cama en el hospital cuesta ¢500.000. Multiplicada por cada uno de los 1.600 niños que, al año, atiende la unidad de trauma en condiciones como las descritas antes, se llega a ¢800 millones.

“Esto es una epidemia de violencia con grandes costos económicos pero, sobre todo, sociales. Solo en la atención de niños agredidos por familiares o conocidos, atendemos a 2.400 menores anualmente. Agréguese la atención en trauma y en otras unidades del hospital. ¡El impacto es enorme!”, aseguró el director Hernández.

En lo que va del año, el Hospital de Niños ha atendido a 370 quemados, una cantidad similar a la del año pasado.

Sin embargo, este diciembre sobrepasó al del 2010, cuando se vieron solo cinco niños.

Hasta ayer, solo en las primeras tres semanas de este mes, ocho pequeños habían pasado por la unidad de quemados.