Monterrey, San Carlos. Un hombre de 47 años, identificado como Francisco Brenes, agredió a su compañera y, tras creer que la había matado, se suicidó. El hecho ocurrió ayer aproximadamente a las 7 a. m. en San Rafael de Monterrey, San Carlos, Alajuela.
El fallecido fue encontrado por un amigo entre los árboles de una finca que pertenece a un lugareño. Brenes era masajista.
Jeison Oporta, oficial de la Fuerza Pública, explicó que la mujer, de apellidos Villalobos Muñoz, fue hallada en su cama con varias heridas y golpes en el rostro.
Al parecer, los vecinos de la pareja oyeron gritos en la casa, por lo que fueron a socorrer a Villalobos; pero al llegar al lugar la encontraron inconsciente.
La agredida fue trasladada en condición delicada al Hospital de Ciudad Quesada y posteriormente al Hospital México, en San José.
La Policía informó de que la pareja convivía desde hace 28 años y tenía tres hijos. Ninguno de ellos se encontraba en la casa durante la agresión.
Decidido. Franklin Rodríguez, amigo de confianza de Brenes, contó que la pareja afrontaba problemas desde hace algún tiempo.
“Hace 22 días, mi amigo me confió que tenía ganas de matarla. Yo le hice saber que era lo peor que podía hacer. Le recomendé la separación y le insistí en que no cometiera una tontera”, narró Rodríguez.
Ayer, los vecinos oyeron los gritos de la mujer. Aparentemente, Brenes la agredió con un objeto duro y le causó heridas graves.
Otro amigo del fallecido, quien pidió no ser identificado, aseguró que aproximadamente a las 8: 30 a. m. Brenes lo llamó desde su celular y le dijo que había decidido suicidarse. También le reveló dónde se encontraba. Cuando su amigo llegó al sitio, lo encontró muerto.
Al lado del cadáver se halló un frasco de herbicida, por lo que se presume que podría haberse envenenado. Sin embargo, el Organismo de Investigación Judicial trasladó el cuerpo a la morgue para determinar las causas de la muerte.
Humberto Villegas, dueño de la finca donde se halló el cadáver de Brenes, se mostró sorprendido por el hecho. “No era una persona violenta, no tenía vicios. En el pueblo se lo conocía por su disposición a servir”, dijo el finquero.