El ministro de Hacienda, Fernando Herrero, llegó ayer con un tono conciliador a la Comisión de Asuntos Hacendarios a defender el texto sustitutivo del proyecto de “Solidaridad tributaria”, enviado desde el 22 de junio.
Esta es la primera visita de Herrero a la Comisión para tratar este texto.
En su exposición, Herrero moderó sus posturas y consideró importante aprobar el proyecto de ley de “Saneamiento fiscal”, que propuso el diputado socialcristiano y presidente de la Comisión de Asuntos Hacendarios, Luis Fishman, y el de “Responsabilidad fiscal”, que planteó el Movimiento Libertario.
El proyecto de “Saneamiento fiscal” es el que permite trasladar el superávit de las instituciones públicas al Gobierno central.
En enero, pasado, cuando Fishman propuso la idea, Herrero manifestó que era poco lo que se podía trasladar.
El ministro había explicado, en marzo pasado, que los superávits más grandes –los del INS, la CCSS y los bancos estatales– son reservas técnicas de las entidades para respaldar los sistemas de seguros, pensiones y ahorros, y, por lo tanto, no se pueden utilizar.
No obstante, ayer dijo que era bueno aprobar el proyecto.
“Convendría que lo tramitemos muy rápido porque, si al final los grupos de trabajo concluyen que sí se pueden aplicar algunas ideas sobre el superávit, lo ideal es que ya esté la legislación que lo permita hacer”, dijo ayer Herrero
Límites fiscales. El plan de “Responsabilidad fiscal” establece que el Gobierno debe generar un monto mínimo de superávit primario (ingresos menos gastos sin intereses) equivalente al 2% de la producción interna del país.
Además, propone que el aumento real del gasto del Gobierno Central no exceda el 1% anual y que el total de la deuda pública se mantenga por debajo del 40% de la producción.
El 20 de junio pasado los libertarios no atendieron al ministro Herrero porque el jerarca no había hecho observaciones a este proyecto que le habían presentado dos meses atrás.
Ayer, Herrero dijo que “esta es una de las áreas en las cuales tenemos que trabajar”; no obstante, aclaró que se deben establecer con cuidado las condiciones de esos límites para no caer en una situación como en la que se encuentra Estados Unidos.
En ese país, el Congreso no le ha aprobado al Gobierno un incremento en el límite de la deuda, lo cual implicaría un cese de pagos que golpearía al mundo.