Hernán Jiménez

Cineasta

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

–¿Qué es más difícil: irse o regresar?

–Regresar porque la expectativa está más añeja que la de irse.

–Dicen que cuanto más tiempo se ausenta uno, más rápido lo olvidan, ¿es así?

–Depende, hay recuerdos que se quieren olvidar, otros que no. Definitivamente, los que no se quieren olvidar perduran.

–En el ir y regresar ¿cuántas historias han quedado inconclusas?

––Todas.

–¿Se le dificulta cerrar historias?

––Sí, pero no han quedado inconclusas de manera negativa. Las historias nunca terminan por cerrarse, máxime cuando queda un recuerdo. Eso es quizá lo que más frustra de ciertas películas: cierran todo, como si la vida no continuara después de ese final; las cosas no son así.

–¿Pero ha dejado pendientes en el camino?

–Trato en la medida de lo posible de que no pero, sin lugar a dudas, hay un par de pendientes bastante importantes.

–Hace poco, un grupo de amigos paró a Tom Hanks en la calle y le reclamó que no les había gustado su última película, ‘Larry Crowne ’. La reacción de Hanks fue reintegrarles el dinero de las entradas al cine, ¿haría lo mismo?

–No. Mi instinto sería preguntarles por qué no les gustó la película y me pondría a pensar en sus críticas...

–¿Lo golpea la crítica?

–Hay críticas que son fáciles de desestimar. Pocas críticas están bien argumentadas, pero a veces hay alguna que me hace repensar y plantearme cosas. Eso golpea de alguna forma.

–En este momento, la moda, lo popular, es estar a favor de su película y de su trabajo, ¿Cómo afronta esta fama, este éxito?

–Espero que se abran opciones para nuevos proyectos. Pero aparte de eso, de manera enfermiza me obligo a que no me importe, a recordarme lo efímero que es todo esto. La película queda, pero todo lo demás dentro de un mes desaparecerá y nadie se acordará. Si uno se aferra a lo efímero, cuando desaparece, entra en crisis.

–¿Lo reconocen mucho en la calle?

–No; cuando hay eventos relacionados con el cine, sí. Pero igual no es algo que busque o me llame la atención.

–Antes de iniciar esta entrevista, una señora se acercó y le pidió el autógrafo, ¿eso le pasa mucho?

–Absolutamente no. Es la primera vez. El autógrafo era para la hija, quien probablemente va a estar muy apenada.

–En sus cortos ‘Las Ganas’, ‘Una tarde cualquiera’ y las películas A ojos cerrados’ y ‘El regreso’ se toca el tema de la paternidad ausente. ¿Por qué ese rollo?

–Sin duda, mi papá es una de las figuras más importantes en mi vida y crecí sin él. Es, por excelencia, la cicatriz más profunda que cargo desde mi infancia.

–¿Quiere ser papá?

–Me gustaría, sí.

–¿Ya tiene fecha?

–Nooo, te lo voy a poner así, no me gustaría dentro de los próximos cinco años.

–¿Qué se requiere para ser papá?

–No tengo idea, debe ser la cosa más difícil del mundo,.

–¿Qué carro tiene?

–No tengo, ando el de mi mamá, es un Mazda del 2001.

–En sus películas, siempre salen carros ‘carcachas’, ¿tuvo alguno así?

–En mi casa nunca ha habido un carro que sirva, siempre se ha tenido que empujar o llamar a la grúa. Una vez, nos quedamos sin frenos en el monte del Aguacate.

–¿Prefiere andar a pie o en carro?

–Prefiero a pie, pero como que la ciudad no se presta para ello...