San Salvador, 14 ago (ACAN-EFE).- Las autoridades salvadoreñas decomisaron el lunes una granada, armas artesanales, teléfonos celulares y droga en el penal La Esperanza, ubicado en el cantón Mariona, al norte de San Salvador.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Astor Escalante, informó hoy en una rueda de prensa de que la requisa, que sigue en ejecución, fue propiciada por cierta información sobre un posible "plan de fuga" de los internos.
Escalante detalló que la Policía Nacional Civil (PNC) encontró durante la requisa, que inició esta mañana, una granada fragmentaria m67, 22 teléfonos celulares, siete cargadores para los mismos, 129 cuchillos de diversos tamaños, 44 punzones, 105 piedras de la droga conocida como "crack" y 24 porciones de marihuana.
Además, se encontraron "dos manuales y literatura comunista del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda)", apuntó.
Agregó que "teníamos información de que esta granada fragmentaria iba a ser explotada para ocasionar alguna situación caótica en este centro penitenciario".
El director de Centros Penales, Jaime Vilanova, afirmó que las autoridades tenían información de que mañana "iba a haber un tipo de revuelta en concordancia con el 'apagón' que está anunciado por diversos medios de comunicación".
Organizaciones sociales han convocado a la población para que no use la electricidad durante una hora desde las 19.00 hora local de mañana (01.00 GMT del miércoles) en protesta por los altos precios de la misma.
Vilanova agregó que durante esa hora "este centro penitenciario iba a sufrir un ataque externo, la granada iba a ser explotada en el momento oportuno como un aviso para que se procediera al ataque y facilitar la fuga en vista del poder destructivo de la granada".
Afirmó que el artefacto posiblemente fue ingresado al penal oculto en la vagina de alguna mujer, igual que otra decomisada hace unos meses cuando una visitante intentaba ingresar a otro penal.
Según las autoridades, desde las cárceles los internos ordenan asesinatos, robos y extorsiones.
"Estos 22 celulares en manos de los delincuentes en este centro penitenciario sirven para cometer hechos delictivos", dijo Escalante.
Pidió a los diputados de la Asamblea Legislativa que ratifiquen una enmienda constitucional que permitiría la interceptación telefónica mediante autorización judicial con fines de prevenir y combatir delitos.
Escalante afirmó que en el penal "hemos decretado un estado de emergencia por cinco días", en espera de que una jueza de vigilancia penitenciaria lo ratifique, por lo que las visitas han quedado suspendidas.
Las autoridades afirmaron que la requisa continuará aunque "por razones de seguridad" no brindaron más detalles sobre su duración.
En El Salvador existen un total de 19 centros penales donde guardan prisión cerca de 13.000 internos, entre ellos unos 4.000 pandilleros.
La semana pasada, 38 reos se fugaron de una cárcel ubicada en la ciudad central de Cojutepeque, luego de abrir un boquete en una de las paredes.
Las autoridades sólo han podido capturar a cinco de los fugados, todos miembros de la pandilla Mara 18. ACAN-EFE
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