Globo husmeó cielo tico con un sensor hecho por colegial

Expertos recobraron con éxito datos contenidos en restos de la esfera

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Diego Castillo, estudiante de 18 años, había pasado dos meses esperando ese momento: la mañana en que finalmente se lanzaría el globo aerostático en el que él pasó trabajando horas y horas.

Ayer, a las 9:30 a. m., una veintena de niños y adultos se unían a su emoción en la plaza Roosevelt, San Pedro de Montes de Oca.

Con guantes de látex –como los que usan los médicos– , un grupo de voluntarios del Banco Popular y especialistas de la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y el Espacio (Acae) y de la empresa Ad Astra Rocket sostenían la esfera.

“Tienen que usar guantes porque si lo tocan con la mano pueden ensuciarlo y causar que se reviente prematuramente”, dijo Castillo.

El globo crecía mientras se iba inflando con helio, un gas más liviano que el aire y que le permitiría alcanzar la altura deseada de 40 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, hasta llegar al área conocida como la estratosfera.

“Para que tengan una idea, los aviones vuelan a una altura de 10 a 15 kilómetros”, explicó Rónald Chang, de Ad Astra, mientras contestaba las preguntas del público por medio del altoparlante.

A 40 kilómetros de altura, los expertos sabían que la presión atmosférica sería tan baja que causaría el aumento del tamaño del globo hasta el punto de estallarse.

Sin embargo, para ese entonces, se habría conseguido el objetivo del proyecto: probar circuitos eléctricos de sensores hechos en Costa Rica y medir variables atmosféricas como temperatura, humedad y presión atmosférica.

Además, el globo aerostático llevaba una cámara fotográfica de alta definición, un grabador de datos MSR y un GPS que permitiría recuperar los restos cuando cayeran.

Allan Rivera, de Ad Astra y quien fungía como director de vuelo, calculó que el globo aerostático se elevaría al cielo y caería unas dos horas después.

Al momento de la cuenta regresiva, todos veían la esfera blanca contonearse fuertemente con el viento, ansiosa por elevarse hacia el borde del espacio.

“Siempre está la probabilidad de que no podamos recuperarlo porque caiga en un lugar de difícil acceso”, comentó Rivera.

Los asistentes aplaudieron felices luego de un lanzamiento exitoso y la buena noticia llegó unas horas después. Antes de las 3 p. m., los organizadores anunciaron la recuperación del globo.

La sonda cayó en Desamparados de Alajuela, en una finca de tomates. Carlos Alvarado, de Acae, aseguró que un modelo predictivo elaborado previo al lanzamiento había pronosticado que caería cerca de esa localidad.

La información de los sensores será analizada esta semana por los encargados del proyecto.

Según explicó Alvarado, el siguiente paso es enviar a la atmósfera un dispositivo capaz de transmitir información en tiempo real, lo cual sería el último paso antes del desarrollo de un satélite.