Ciudad de Panamá. (AFP). Hollywood sólo piensa en llenar las salas de los cines con películas que “no aportan nada”, aseguró ayer s en Panamá la actriz estadounidense Geraldine Chaplin, quien también calificó de “mafia” a los distribuidores de las películas.
A la industria del cine estadounidense lo que más le interesa es “poner culos en los asientos (de los cines) para hacer todo el dinero posible en un fin de semana. Luego les da igual”, dijo Chaplin en conferencia de prensa durante la segunda edición del festival internacional de cine de Panamá.
“Muchas de estas películas (de Hollywood) no me aportan nada”, aseguró la actriz, para quien el mejor cine actual se hace en América Latina.
Chaplin, de 68 años, es la estrella del Festival Internacional de Cine de Panamá, junto a la actriz española Maribel Verdú.
La actriz estadounidense, hija de la leyenda del cine Charles Chaplin, ha participado en más de medio centenar de películas entre las que destacan Doctor Zhivago (1965), Nashville (1975), Cría Cuervos (1976), Chaplin (1993), Hable con ella (2002) y El Orfanato (2007).
En 2002, la artista obtuvo el Premio Goya a mejor actriz de reparto por su participación en Hable con ella , de Pedro Almodóvar. Fue nominada tres veces a los Premios Globo de Oro y en una ocasión a los Premios de Cine de la Academia Británica.
Chaplin aseguró que es propia de “una mafia” la forma “en que está organizada la distribución (de las películas) en Estados Unidos”, al tiempo que instó a otros países a establecer una política de cuotas para proteger el cine local.
“Me gustaría todavía creer que el cine puede cambiar el mundo”, añadió Chaplin.
Durante el festival de Panamá varias fuentes del séptimo arte advierten de la feroz competencia que supone Hollywood para el cine local e independiente, ya que tiene más recursos para promocionar sus películas.
“Vemos una película argentina si la compra Estados Unidos y eso no puede ser” aseguró el domingo, Maria Lourdes Cortés, historiadora del cine en Centroamérica y directora de Cinergia, un fondo centroamericano y del Caribe de apoyo a la creación cinematográfica.
“Hay que romper al monopolio (de las distribuidoras estadounidenses”, aseguró por su lado Hilda Hidalgo, directora del filme Del amor y otros demonios , basada en la obra del mismo título del escritor colombiano Gabriel García Márquez.