San José (Redacción). Poco público, una noche amenazada por la lluvia y mucha presa vehicular frente al Estadio Nacional, así se viven los minutos previos al comienzo del concierto de Sonámbulo, Molotov e Illya Kuryaki and the Valderramas, como parte del festival Swich.
En las afueras del estadio, donde usualmente el movimiento de fanáticos es multitudinario en los 60 minutos previos al concierto, el ambiente es tranquilo. El único puesto de entrada, en la esquina noroeste del estadio hay una fila que no supera los 50 metros.
Los revendedores a todo pulmón intentan colocar sus entradas, muchas al parecer. Los que mejor suerte tienen previo al comienzo de la actividad son los vendedores de capas plásticas, ya que ante una garúa que caía desde las 5:30 p. m., lo mejor para algunos era prevenir ante la posibilidad de una lluvia intensa.
El festival Swich también ofrece una feria de productos ambientales, reciclados, orgánicos y diseño de ropa nacional. No obstante, son pocos los que visitan esta puestos, en su mayoría personal relacionado con la organización de la actividad.
A las 6 p. m. se escuchaba desde el exterior del estadio la prueba de sonido de una de bandas invitadas.