Fracción oficialista seguirá ubicada de cara a la barra del público

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Los diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) mantendrán la ubicación que tuvieron sus antecesores correligionarios en el salón de sesiones en el período 2006-2010.

Sus curules estarán de frente a la barra del público y, por tanto, expuestos de manera más directa a los mensajes de los carteles que suelen colocarse para presionar por proyectos de ley.

Aunque los aplausos y silbidos salidos del costado sur del plenario los sentirán todos los diputados sin importar su ubicación, serán los oficialistas los que vean los rostros del público de manera permanente, desde la fila norte del plenario.

La incidencia de la barra del público sobre la dinámica del plenario es tal que el presidente legislativo saliente, Francisco Antonio Pacheco, mandó a colocar polarizado durante una parte de la discusión sobre el Tratado de Libre Comercio.

¿En qué orden se sentarán los liberacionistas? Esta vez no será por provincias. Decidieron ayer repartirse de manera mezclada, sin que se note un sector “rural”, “intelectual”, masculino, femenino o de tal o cual tendencia dentro del PLN, dijo su jefa, Viviana Martín.

Las cámaras. A espaldas de los oficialistas estará la barra de prensa, desde donde las cámaras solo podrán captar de frente los discursos de los legisladores de otras banderas, en especial los de la bancada más grande de la oposición.

Este será el lugar del Partido Acción Ciudadana (PAC), tal cual ocurrió entre el 2002-2006, con la diferencia de que ya no necesitarán 17 curules, sino 11.

“Es una buena posición. Siempre estamos cerca de la gente y nos gusta estar expuestos. Somos transparentes”, dijo Juan Carlos Mendoza, líder de la fracción PAC.

Otras fracciones de oposición deberán sentarse en parte del sector este y cercanías, zona que se le ha llamado “el gallinero”.

Pero de gallinero tiene poco. Su característica panorámica y la altura que tiene en relación con el resto de curules hacen de este lugar uno de los más pretendidos para dar discursos. Desde esa posición es fácil ver lo que pasa en plenario.

El “gallinero”, además, queda de frente y casi a la misma altura que el directorio, además de estar cerca de la salida del plenario y de la puerta al cafetín, zona de negociación por excelencia.

Estar a pocos pasos de la salida es una ventaja para los diputados porque les permite incidir con facilidad sobre el quórum o la ausencia de él, una de las armas para bloquear o conseguir acuerdos políticos. En esta ocasión, el PLN se dejó parte del “gallinero”.