Figueres: ‘Yo sería el mejor candidato, pero no voy a ser’

Dirá a sus seguidores que elijan aspirante ‘según les dicte la conciencia’

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El expresidente José María Figueres se despidió ayer de una posibilidad que nunca materializó, al menos en público, en una conferencia de prensa muy similar a la que dio en diciembre con todas las sospechas de que sería precandidato.

En la misma sala, en el mismo sillón y con sus simbólicos tamales, pero sin sus hijos y sin tazas con confites, Figueres intentó explicar ayer por qué desistió de lanzar su precandidatura, a pesar de que se considera “un excelente candidato”.

“Sería el mejor candidato, pero no voy a ser, porque quiero servirle a mi país trabajando desde ahora; y la precandidatura eso no me lo permite”, dijo al finalizar una conferencia de prensa de 64 minutos, el mismo día en que este medio publicó una encuesta que reveló que uno de cada tres costarricenses “jamás” le daría el voto.

Figueres dijo que se dedicará a su proyecto Vía Costarricense, para generar ideas por el país y seguirá activo en la política, aunque pretende mantenerse neutral entre los tres precandidatos del Partido Liberación Nacional (PLN) y apoyar al que gane. Todo lo hará desde Costa Rica, donde ahora sí vivirá, en la casa de su mamá Karen Olsen, en Curridabat.

Ahí llegarán dirigentes del PLN a preguntarle a quién apoyar entre Johnny Araya, Rodrigo Arias y Fernando Berrocal, Figueres les contestará: “Escuchen su conciencia”. Eso fue lo que respondió ayer cuando se le preguntó por la influencia que tendrán sus seguidores en la convención del PLN, dentro de menos de seis meses.

Porque él asegura que tiene potencia política, que tiene responsabilidades de expresidente y respaldo de mucha gente, pese a que reconoció que también tiene desventajas por su apellido, por haber sido mandatario y por algunas opiniones impopulares que le cobran, como cerrar los trenes.

El resultado de esas opiniones populares ubicó a Figueres en mala posición en la encuesta de Unimer publicada ayer, por debajo de Johnny Araya y Rodrigo Arias.

Él anunció su desistimiento el miércoles, dos horas después de que este periódico revelara en su página web datos preliminares de la encuesta de Unimer, la que Figueres cuestionó insistiendo en que se comparó a precandidatos con un probable aspirante: él.

“Yo no conocía esa encuesta. La coincidencia fue que su periódico decidiera publicar la encuesta un día después de que yo anunciara mi decisión”, respondió Figueres, quien ayer dijo haber dado ya todas las explicaciones posibles sobre la cuestionada consultoría de $900.000 para la francesa Alcatel.

Así es como el exmandatario mató toda opción de ser precandidato para las próximas elecciones, a pesar de su autopercepción de líder en un país que se ha agravado desde que él lo presidió, según sus propias palabras.

“Con esta atrofia (burocracia), llegar a la silla presidencial no me mueve ni una hormona”, dijo tras los meses de expectativa pública que generó al mantener abierta esa posibilidad.

Todo acabó, sin embargo, a las 4 de la madrugada de este martes, cuando, desvelado por el desfase horario de un viaje reciente a Asia, pensaba en la opción de ser candidato y concluyó que no, que mejor no. Esa es, al menos, su versión.