Fichas de ficción

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Antes de que se completen los primeros 730 días de los 1.460 que debe durar su gestión, la mandataria, Laura Chinchilla, ya pierde tres de las cuatro fichas que supuestamente ella escogió para que fueran sus piezas claves en el Congreso.

Chinchilla anunció el 6 de agosto del 2009 a sus cuatro candidatos a diputados “nacionales”. Al día siguiente La Nación tituló: “Aristas encabezan papeleta de Chinchilla en San José”.

La nota se refería a los dos exministros del Gobierno anterior: Guillermo Zúñiga, de Hacienda, y Viviana Martín, de Justicia. Primero y segundo lugares por San José.

Completaron esa lista de “confianza” Francisco Chacón y Alicia Fournier, excompañeros de Chinchilla en el gabinete de José María Figueres.

Hoy, a dos años y siete meses de aquel anuncio, la lista se reduce a una sola persona.

Zúñiga partió por desgano. A Chacón, antes de alejarse del barco por frustración, lo convencieron de que cambiara de caballo en medio río y aceptara ser ministro de Enlace y Comunicación (así, al revés), y ayer, una sonriente Martín sorprende y anuncia que volará en otras alas a partir del 23 de marzo.

Ahora solo le quedará Alicia Fournier, muy alejada de Chinchilla casi desde finales de la campaña electoral y un tanto herida pues su fracción la dejó de lado al pretender ser jefa de bancada, el 1.° de mayo del 2010.

La entonces candidata dijo al presentarlos que su cuartero llegaría a la Asamblea “con el mandato de abrir la mayor cantidad de canales para la negociación política”, e insistió en que no eran novatos en ese campo.

Los hechos demuestran hoy la ficción de esa escogencia. Las fichas “propias” no funcionaron para liderar una bancada que, a juzgar por la labor de sus primeros dos años, le salió guera en negociación.

Tan guera que en mayo anterior ni siquiera calculó la posibilidad real que todos veían, de perder el control del Congreso.

Tras valorar esas aristas, ¿con qué fichas contará la presidenta? ¿Le queda alguien de su riñón, o los demás son más fichas de ficción?