Los recientes festejos populares de San José dejaron ganancias por unos ¢200 millones.
El dinero recaudado proviene del remate de chinamos, las inscripciones al Tope Nacional, los patrocinios y el pago de derechos de transmisión que realizaron las televisoras.
Jorge Villalobos, presidente de la Comisión de Festejos Populares, indicó que las ganancias de este año superan en ¢75 millones las obtenidas durante las fiestas que se celebraron a finales del 2009 y principios del 2010. En esa ocasión, los ingresos fueron de ¢125 millones.
¿A qué se debe el incremento en las ganancias? Villalobos aseguró que la principal causa fue la venta de los puestos feriales durante el primer remate
El funcionario explicó que, en años previos, los comerciantes esperaban a que la Comisión de Festejos Populares realizara una segunda o una tercera subastas pues sabían que, en cada oportunidad, el valor de los chinamos descendía.
“En esta ocasión, los chinameros tenían claro que nosotros no íbamos a bajar las bases de un remate a otro, así que logramos vender todos los puestos feriales con el precio que habíamos establecido desde un inicio”, dijo Villalobos.
El aumento en las inscripciones al Tope fue otro de los factores que influyó en el incremento de las ganancias de los festejos populares.
Villalobos indicó que en el 2009 se registraron 3.500 jinetes, mientras que, en el 2008, la cifra alcanzó únicamente a 1.700 caballistas.
La mitad del dinero recaudado se donará al Hospicio de Huérfanos de San José para la atención de niños en riesgo social. El resto le corresponde al municipio capitalino y se invertirá en obras comunales.
Insatisfechos. Mientras que la Comisión de Festejos Populares registró un aumento en las ganancias obtenidas, los chinameros aseguran que las ventas estuvieron bajas en comparación con otros años.
“Antes, las familias compraban varios platillos, pero ahora con costos se llevan una chalupa”, explicó Jazmín Rojas, empleada del puesto de comidas Los Monge.
José Calderón, de la empresa Iron City Park, aseguró que la demanda por los juegos mecánicos estuvo floja. A su criterio, la venta de tiquetes disminuyó en un 50% en comparación con otros años.