Según una publicación del diario argentino Perfil , los familiares del artista (básicamente su madre, hermanos y tías) están convencidos de que Cerati tiene que ser consentido y cumplir con algunas rutinas para que en algún momento reaccione.
Por eso, todos los días lo asean, lo visten y lo sientan al menos durante una hora en un sillón de la clínica Alcla, en Buenos Aires, en donde está internado.
Las enfermeras también se apersonan diariamente a su habitación para realizarle ejercicios de estimulación, tanto en la mañana como en la tarde. De igual manera, de vez en cuando alguien llega a afeitarlo, y su peluquero personal, Óscar Fernández, lo ha visitado en varias ocasiones para cortarle el cabello con el fin de que esté presentable.
Al parecer, tantos cuidados no han sido en vano. La madre de Cerati, Lilian Clark, dijo a Perfil que su hijo ya ha dado algunas respuestas. Por ejemplo, intenta mover la cabeza al saber que ella llega o traga saliva cuando alguien se lo pide.
Asimismo, en una oportunidad en la que le pusieron a escuchar un casete con la voz de su padre, quien era locutor, las pulsaciones del artista se aceleraron.
El miércoles pasado (15 de mayo) se cumplieron ya tres años del accidente cerebrovascular que sufrió Cerati después de ofrecer un concierto en el campo de futbol de la Universidad Simón Bolívar en Caracas, Venezuela.
Un parte médico difundido por la agencia de noticias AFP en las últimas horas indica que el roquero argentino se mantiene con asistencia respiratoria mecánica y sin cambios neurológicos que indiquen que vaya a salir realmente del coma.