Expertos hallan ‘cura’ para la pirámide de Zoser en Egipto

Las bolsas de aire ayudan a que la estructura no ceda ante la compresión

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El Cairo. GDA, El Comercio Castigada durante 4.700 años por la maldición del desierto y malherida por un temblor en 1992, la pirámide escalonada de Zoser (2687 a. C.- 2668 a. C.) vivía una lenta agonía eclipsada por las majestuosas edificaciones de la meseta de Giza.

La cúpula de la construcción de piedra más antigua del mundo, levantada por el sumo sacerdote Imhotep durante la tercera dinastía, “corría el riesgo de desplomarse en cualquier momento”, asegura Peter James, director de la compañía británica que trata de sanar sus maltrechos cimientos.

La pirámide es el resultado de la superposición de seis mastabas, una estructura truncada de adobe en forma piramidal en cuya cámara subterránea estaba ubicada la tumba real.

Su hito fue un escalón imprescindible en la egiptología e inauguró una edad de oro arquitectónica a orillas del Nilo.

Desde hace cuatro años, el monumento vivía como postrado en un quirófano. Una prueba de rayos láser determinó que presentaba un elevado riesgo de colapso.

Ubicada a 25 kilómetros al sur de El Cairo, la pirámide más popular de la necrópolis de Saqqara necesitaba someterse con urgencia a un faraónico plan de restauración.

Ahora, un equipo de ingenieros egipcios y británicos ha hallado una solución temporal para estabilizar su esqueleto y poder hurgar sin peligro en sus entrañas.

“El problema era cómo asegurar los bloques sin mover ni cambiar ninguna de las fuerzas que actúan sobre ellos. Cualquier modificación podía causar un hundimiento inmediato”, dijo James.

El remedio que ha salvado a la pirámide es una bolsa empleada por el ejército británico en Afganistán para amortiguar el efecto de los artefactos explosivos. Fabricados con el mismo tejido, 18 enormes airbags se han colocado en el interior del edificio con el objetivo de “impedir que la estructura ceda ante las cargas de compresión”.

Garantizado su armazón, el reto es rehabilitar la bóveda de la cámara funeraria que, tras el terremoto, perdió su forma plana.

Luego, el equipo tratará de reubicar las piedras e instalar una red de acero para impedir que la roca se desprenda de nuevo.

Cuando haya concluido la restauración, su complejo sistema de galerías subterráneas estará a salvo.