Otto Guevara, presidente del Movimiento Libertario, le sugirió al tesorero de ese partido confeccionar una factura de ¢100.000 por una charla que dio en una casa para, luego, cancelarla con bonos de deuda política financiados por el Estado.
Según la instrucción girada en agosto del 2008, la factura debía ser emitida en nombre de la Asociación Instituto Libertad y Progreso (Ilpro), sociedad que Guevara fundó en el 2007 con otros dirigentes libertarios y que, en ese momento, él presidía.
Ilpro es la organización en nombre de la cual el Libertario le cobró al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) más de ¢210 millones por 194 charlas, aparentemente ficticias, dentro de la deuda política correspondiente a las elecciones nacionales del 2010.
Ese caso es investigado por la Fiscalía de Delitos Económicos, la cual indagó el 4 de noviembre al tesorero y al contador del partido, Ronaldo Alfaro y Róger Segura.
Local, bocadillos... La solicitud de Guevara consta en un correo electrónico que el político le envió a Alfaro el 22 de agosto del 2008, con copia a Segura.
El correo dice: “¿Cómo vamos con el registro de facturas de la Asociación Instituto Libertad y Progreso (Ilpro) al Partido Movimiento Libertario por concepto de capacitaciones? Por ejemplo, la charla que di en la casa de José Manuel Bustos debería generar una factura por concepto de organización de la capacitación (llamadas, local, conferencista, bocadillos)”.
“La factura debe estar amparada por la lista de asistentes debidamente firmada. El monto debería ser la suma de cien mil colones' Así debería ser la mecánica en todas las charlas, conversatorios, cafés y diferentes actividades de capacitación que se organicen.
“Se va registrando una cuenta por pagar al Partido con Ilpro, la cual cancelaremos posteriormente con bonos clase B”.
Consultado por este medio sobre por qué, en el caso de esa charla, se debían cobrar los gastos de conferencista o local, Guevara respondió: “El ejemplo que utilicé de la actividad en casa de José Manuel Bustos fue para recordar las instrucciones verbales anteriores: Ilpro facturaría por concepto de organizar diferentes actividades de capacitación. No se habla de pagar al conferencista, charlista o instructor. Tampoco se desprende de ese correo que se pague a alguien por el local”, continuó.
En un foro que publicó en este medio, el excandidato dijo que esa fue su única instrucción escrita sobre las capacitaciones y que jamás pidió inventar cursos.