Estudios genéticos podrían salvar a demonios de Tasmania

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Washington (AFP). Los conservacionistas podrán servirse de análisis genéticos para seleccionar mejor los ejemplares de demonios de Tasmania a capturar para así salvar a la especie de la extinción.

El peludo marsupial ha sido fuertemente afectado por un cáncer altamente contagioso que causa tumores faciales (DFTD, por sus siglas en inglés) y que, desde su descubrimiento hace 15 años, ha eliminado entre el 70 y el 90% de su población en algunas áreas de Australia, de donde es originario

“Solo imaginen un cáncer humano que se contagiase con un apretón de manos. Erradicaría nuestra especie muy rápidamente”, dijo Stephan Schuster, profesor de bioquímica y biología molecular en la Penn State University y principal autor del estudio publicado en la más reciente edición de las actas de la Academia Estadounidense de Ciencias.

Los expertos prevén que la epidemia podría aniquilar por completo a la especie en 2016 si alcanzara la totalidad del territorio en que viven los demonios de Tasmania.

Durante los últimos años, especialistas en conservación han capturado ejemplares sanos para la cría en zoológicos y posterior puesta en libertad de nuevos animales una vez que la enfermedad sea erradicada.

El estudio sugiere cómo usar la información derivada de la secuencia del genoma del demonio --lograda por primera vez por científicos australianos el año pasado-- para seleccionar genéticamente una especie más resistente.

Aunque parezca lógico seleccionar solo animales con la mayor resistencia innata al DFTD, Schuster explica que es importante mantener cierta diversidad genética para evitar futuras epidemias.

“Se quiere desarrollar un conjunto de ejemplares sanos variados, que puedan luchar contra futuras enfermedades o incluso contra agentes patógenos que quizá no hayan evolucionado todavía”, dijo.

Para decidir qué individuos elegir en función de su perfil genético, los científicos secuenciaron el genoma de un demonio llamado Cedric, nacido en cautiverio y que mostró cierta resistencia al cáncer antes de sucumbir a una nueva cepa.

También analizaron los datos genéticos de una hembra, Spirit, nacida en libertad y que murió por la enfermedad, así como de uno de sus tumores.

Entonces compararon la información genética reciente con la hallada en 175 ejemplares de demonios en museos.

La información se combinó para crear un modelo que determine qué animales capturar para desarrollar un programa de cría en cautiverio similar a los ya existentes en Tasmania y Australia en general, indicó el estudio.