Estación de GPS permitirá conocer cómo se desplaza la placa Coco en dirección al continente

Permitirá conocer desplazamiento y subducción del bloque tectónico

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En el único punto emergente de la placa Coco –la isla del mismo nombre– una nueva antena envía una señal de satélite que delata su posición. Esto permitirá ver cómo se desplaza esta placa tectónica y se desliza debajo de la llamada placa Caribe.

Conocer este movimiento ayudará a determinar a qué velocidad se acerca la placa Coco en dirección al continente, así como a entender su injerencia en la sismicidad de la península de Nicoya.

La iniciativa está a cargo de Víctor González y Marino Protti –investigadores del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA)–, quienes instalaron la primera estación de posicionamiento global (GPS) en la bahía Wafer.

La nueva estación consta de dos partes. La primera consiste en cuatro pilares de acero inoxidable que miden cuatro metros de largo y están dispuestos en pirámide. Ahí se instaló la antena y un receptor de GPS.

Esta antena emite una señal a más de 30 satélites que orbitan el planeta, los cuales vuelven a enviarla a Tierra para que esta sea captada por el receptor de GPS. El receptor recibe la señal e indica la posición exacta del lugar.

“Cada 15 segundos recibimos una señal, pero lo que hacemos es un promedio diario. Cada 20 días, NASA calcula las órbitas precisas de los satélites y nosotros nada más tenemos que ajustar los datos para tener una posición precisa”, comentó Protti.

La segunda parte de la estación del Ovsicori consiste en una serie de instrumentos meteorológicos que miden velocidad y dirección del viento, intensidad de la lluvia y temperatura de la isla.

“Estos datos ayudan a reducir los errores, que podría introducir la humedad, la cual podría retardar la señal”, explicó Protti.

Tanto los datos de GPS como los meteorológicos son transmitidos vía inalámbrica a una computadora ubicada en la casa de los guardaparques de la isla, llamada Villa Beatriz, y luego, estos son subidos a Internet. De esta manera, la información está disponible en línea para su posterior análisis.

Todos los instrumentos con que cuenta la nueva estación fueron donados por el consorcio Unavco, el cual recibe fondos de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y, en cuanto a la instalación, los científicos contaron con el apoyo del Área de Conservación Marina Isla del Coco (Acmic).

Ahora, este tipo de estaciones de GPS solo se pueden colocar en tierra. Por eso, esta se puso en el único punto emergente de la placa tectónica, es decir, Isla del Coco.

Monitoreo de placas. La superficie del planeta está fracturada en 20 placas tectónicas. Una de estas es la placa Coco, la cual se extiende desde Jalisco, en México, hasta Punta Burica, en Costa Rica.

Esta placa se mueve a un ritmo de 90 milímetros por año. Según Protti, en unos 5 millones de años, Isla del Coco estará más cerca de la costa, pero yacerá bajo el agua. “Aún con los pocos datos que tenemos, se puede ver que la placa se desplaza hacia el este. Eventualmente, Isla del Coco no llegará como isla a la Fosa Mesoamericana, sino como un monte submarino y con esta nueva estación de GPS se podría monitorear la velocidad con que se está hundiendo”, recalcó el científico.

Ese desplazamiento provoca que la placa Coco se encuentre con otras placas y, como es más densa, tiende a deslizarse debajo de ellas.

De esta manera, la placa Coco estará bajo la placa de Norteamérica en el sector de México y bajo la placa de Caribe en el caso de Centroamérica.

La península de Nicoya es un ejemplo de una zona afectada por este proceso de subducción. “Aunque existe una falla en Nicoya que obstaculiza su paso, la placa de Coco no se detiene y lo que hace es empujar la península contra el continente. Esto provoca que la península de Nicoya se hunda”, explicó Protti.

Ese hundimiento es perceptible y se observa en cómo la línea de marea alta, con el pasar del tiempo, se corre al interior del continente. “Es importante conocer cuánto deslizamiento se está dando en la placa Coco porque la intensidad de un sismo depende del tamaño de la falla y el deslizamiento; así se puede calcular la magnitud”, dijo Protti.

El científico continuó: “Sin los datos de Isla del Coco, lo que tenemos es información que nos da la deformación interna de la placa. Pero, teniendo ya esos datos, podremos saber cuánto es la convergencia entre Coco y Caribe, para poder calcular cuánto deslizamiento se nos está quedando debajo de la península de Nicoya y cuánto será deslizado, eventualmente, por un terremoto”.

Trabajo en red. Ahora bien, si se quiere saber la velocidad a la que sucede este proceso de subducción, se necesitan datos de estaciones que estén tanto en la placa Coco como en la Caribe.

Por eso, la nueva estación instalada en Isla del Coco forma parte del proyecto COCONet, el cual es una red de estaciones GPS que involucra a países como Estados Unidos, México, Cuba, Antillas, Venezuela, Colombia y América Central (con Panamá).

En conjunto, esas 60 estaciones dan datos sobre las velocidades, dirección y desplazamiento de cuatro placas tectónicas: Norteamérica, Coco, Caribe y Suramérica.

La meta del proyecto COCONet es establecer un total de 100 estaciones de GPS.“La ventaja es que esta información viaja en tiempo real a un banco de datos donde se procesa de manera continua”, dijo Protti.

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