Especial: Una historia encantadora

El Líder de la Manada, también conocido como El Encantador de Perros, César Millán, inaugura la nueva temporada de su show con un documental que revela, por primera vez, su increíble historia: de inmigrante ilegal a superestrella internacional. Un caso de esperanza y determinación.

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Intentó suicidarse. No cuando era un veinteañero sometido a humillaciones permanentes y carencias, como inmigrante ilegal en Estados Unidos... ¡No!

En esa época, más de dos décadas atrás, el hoy famoso y respetado entrenador de perros, el mexicano César Millán, vivía inmerso en resolver su día a día, y eso incluía procurarse $5 diarios para hacer los tres tiempos de comida.

Irónicamente, el consejero canino más famoso de Occidente cayó en un oscuro túnel apenas tres años atrás, en el 2010, cuando una seguidilla de incidentes, entre ellos la muerte de su adorado perro Daddy y la petitoria de divorcio de su esposa, tras 16 años de matrimonio, lo llevaron a atentar contra su vida tras consumir una sobredosis de medicamentos.

Por ventura, su intento quedó ahí y, en ese momento, este hombre bajito, moreno, de ojos profundos y risa fácil, volvió por sus fueros y, asido al mismo ahínco que lo hizo surgir de la nada, retomó y remozó su carrera, rehizo su vida personal y Latinoamérica hoy está a las puertas de conocer no solo sus vivencias más crudas y exitosas de su propia boca, si no de presenciar la nueva temporada de su show , El líder de la manada , con el que se traslada a hacer lo que mejor hace en España.

El domingo 14 de abril, a las 6 p. m., a través de la señal de Nat Geo, en una ambiciosa producción y llevada de su mano, la teleaudiencia se conmoverá y vibrará con el testimonio de Millán en el superdocumental producido por esa cadena y titulado César Millán, mi historia. Una hora después, lo podrá ver en acción en el estreno de El líder de la manada.

Valiente. Su increíble camino a la fama, el precio del éxito y cómo enfrenta las críticas, son algunos de los temas que Millán comparte con sus seguidores en una charla franca y abierta, aseguran los comunicados de prensa de Nat Geo, y queda en evidencia, al observar los promocionales del íntimo documental, en los que César adelanta con una tertulia llana y sin poses, parte de lo que verán los televidentes.

El especial se estrenó en setiembre pasado en Nat Geo Wild, y hasta el mismo gerente general de esa cadena mostró su impresión ante lo que vio. “Es inusual que alguien con su nivel de celebridad se abra tan completamente y comparta sus luchas y los momentos duros que vivió en busca del éxito y la felicidad ('). César no se guarda nada. La audiencia se sentirá más cerca suyo todavía”.

De acuerdo con las semblanzas realizadas por Teleguía en enero del 2012, durante la visita de Millán al país, él saltó a la fama en el 2004, cuando El encantador de perros ( The Dog Whisperer with Cesar Millan ) se convirtió en el programa más visto de la prestigiosa National Geographic. Millán es oriundo de Culiacán, la ciudad más grande del estado de Sinaloa, y trabajó en la granja de su abuelo; ahí desarrolló su gran afinidad con los perros.

A los 21 años, solo y sin hablar inglés, cruzó la frontera con Estados Unidos y vivió en la calle por dos meses antes de conseguir trabajo como peluquero de perros y sacando a caminar a esos animales. Jada Pinkett (antes de casarse con Will Smith) lo contrató y le consiguió un profesor particular de inglés al enterarse de que quería trabajar en la televisión.

Su talento con los perros y su ángel con las cámaras hicieron que su popularidad se disparara: empezó a escribir exitosos libros, apareció en películas y se convirtió en padre de dos hijos.

En el 2010, sin embargo, se inició una suerte de caída libre en su vida personal: en febrero falleció su pit bull preferido, Daddy, y al mes siguiente su esposa le pidió el divorcio, tras 16 años de matrimonio. En mayo intentó suicidarse con una sobredosis de fármacos, pero sus allegados lograron que el incidente no fuera de conocimiento de los medios.

Él mismo hablaría después de lo sucedido en su sitio web: “Me sentí derrotado, culpable y fracasado. Fue mi peor momento emocional y psicológico”, escribió Millán en junio en su portal.

De acuerdo con una entrevista posterior con la agencia AP, César no quiso usar antidepresivos y más bien apeló a algo que él conoce en demasía: a los instintos de los perros y salir adelante en base a ejercicios, disciplina y el cariño por los demás. Otro pit bull entrenado por Daddy, Junior, se hizo cargo de la manada, pero como él lo ha dicho en decenas de entrevistas, nunca ocupará su lugar.

“Daddy era mi Tibet, mi Himalaya, mi Buda, mi fuente de calma”, ha dicho Millán.

Un nuevo amor lo ayudó mucho, una mujer a la que él describe como “la mujer de su vida”. Jahira Dar vive con Millán y su hijo menor en Los Ángeles, y el mexicano dijo que planeaba proponerle matrimonio pronto, según reportó la prensa angelina a fines del año pasado.

Además de su mediático trabajo, César, quien se describe como un “trabajólico”, administra un complejo de rehabilitación de perros, el Dog Psychology Center; publica una revista; tiene una fundación filantrópica, una línea de productos para perros y CD y DVD instructivos.

Su pasión por los animales, sobre todo los perros, salta a la vista. Millán dice que nunca conoció un perro que no le gustara y ha dicho que, si se quedara solo en una isla desierta, le gustaría tener un perro como compañía.

“Un perro jamás me vería como un mexicano o un inmigrante ni diría las cosas que la gente dice de mí”, ha dicho. “Los perros no racionalizan. No tienen rencor hacia las personas. No ven el exterior del ser humano, sino el interior”.