Un miembro de la temida Mara 18, de El Salvador, le muestra sus tatuajes a Lou Ferrante en el patio de la atestada prisión, donde pululan centenares de almas. “Este (en el brazo) es en homenaje a mi hermano, lo mataron los enemigos. Este otro es por una mujer, y este por los bro (la pandilla).
“¿Y qué es lo que dice sobre tus párpados?”, pregunta Lou, con asombro preconcebido. El marero cierra los ojos y aparece una leyenda perfectamente legible: “ I’m sorry mom ”. Entonces, explica que es su forma de pedirle perdón a su madre cuando esta lo entierre, pues él está seguro de que tarde o temprano lo van a matar en prisión. “Cuando ella me entierre, yo tendré los ojos cerrados... así verá lo que quería decirle”, agrega el reo en tono quedo, mientras Lou traga grueso.
Así, trepidantes, frontales, tremendamente descriptivas son las imágenes que suceden en el nuevo programa de Discovery Channel, La mafia por dentro , conducido por quien fuera un antiguo integrante de la conocida mafia criminal neoyorquina Los Gambino.
Nacido y criado en Queens, Nueva York, ya de adolescente Lou y su pandilla secuestraban camiones de reparto, y a sus 20 era “jefe”, hasta que fue arrestado por cargos criminales. Se declaró culpable y fue sentenciado a 13 años de cárcel, los cuales, contra todos los pronósticos, aprovechó muy bien.
En ese tiempo se dedicó al estudio de la historia, filosofía y literatura, y descubrió su pasión por escribir; a estas alturas ha publicado dos libros: Unlocked , un recuento de sus años en prisión, y el reciente Mob Rules: What the Mafia Can Teach the Legitimate Businessman , traducido ya a 12 idiomas y calificado como uno de los mejores libros sobre negocios en el mundo, por el afamado columnista de Forbes , Marc Kramer. Hoy es, además, un reconocido orador motivacional que comparte sus experiencias como fuente de inspiración: hasta fue premiado por el gobierno británico en el 2009.
En la línea del fuego
En el programa que conduce y que ha sido transmitido en las principales cadenas del mundo, Lou Ferrante se inmiscuye directamente en el mundo de las pandillas más violentas: viajó a El Salvador, Filipinas, Estados Unidos, Italia y Polonia, donde explora las organizaciones, se mezcla con los reos en prisión y busca a los que están en libertad para ver qué ha sido de ellos. Así, obtiene una insólita visión de un mundo oscuro y clandestino.
En el primer episodio, grabado en El Salvador, el conductor interactúa con el televidente cada vez que lo considera oportuno. A menudo hace inserciones para comentar lo increíble de la entrevista que acaba de hacer, como cuando un joven le contó que mató a “un viejo, como de 35 años”, cuando tenía solo 10 años: era requisito para entrar en la mara.
El recorrido de Ferrante es frenético, incluso presencia una visita familiar a los reos más peligrosos del país. Entrevista a uno de ellos, acompañado por su madre. La conversación culmina en que el preso le pide perdón a su progenitora, en medio de lágrimas. Entonces, Ferrante les dice, profundamente conmovido: “Tienes suerte, pudiste pedirle perdón en vida y tienes la oportunidad de corregir tu rumbo. La mía murió en mis brazos mientras yo estaba en prisión, y tengo que vivir con eso”.
Así y mucho más descarnadas son las historias que hacen virar el ánimo del espectador entre el asombro, el miedo, el dolor, la impotencia y la tristeza... 1