Incluso a su deportista abanderado ha perdido la selección española para los Juegos de Londres.
La de Rafael Nadal fue la última y más sonada de las bajas de España, y no pasaría nada si fuera la única, pero no es el caso.
De las cinco medallas de oro que logró en los últimos Juegos Olímpicos de Pekín, solo hay posibilidad de repetir una de ellas.
El catalán Saúl Craviotto, que participa en la modalidad de K-1 de canotaje logró clasificarse.
Aún habiendo conseguido el pase a los Olímpicos, repetir la hazaña resulta imposible. En Pekín logró la preciada presea de oro junto a su compañero Carlos Pérez Rial en los 500 metros K-2.
Esta es una prueba que no es olímpica en Londres y que fue reemplazada por los 200 metros, donde los españoles no consiguieron la clasificación en el Preolímpico de Poznán, Polonia.
Algo parecido le pasó a los regatistas Fernando Echavarri y Antón Paz, oro en Pekín y cuya modalidad, Tornado, fue suprimida del programa olímpico.
El tercer oro que ya no podrán recuperar corresponde al ciclista Joan Llaneras, uno de los mejores del medallero español, retirado en el año 2009.
Junto con las bajas por lesión de Nadal y del ciclista Samuel Sánchez, ambos oros en los juegos chinos, el panorama español se pone bastante negro.
A pesar de las bromas que corren por Internet, señalando a la vestimenta olímpica que llevará este año el equipo, como la causante de la mayoría de las bajas, el Tour de Francia ha sido más dañino.
En la sexta etapa del Tour se quedó sin plaza olímpica Óscar Freire, al romperse una costilla. En la octava fue Sánchez el que se lesionó la mano y la clavícula.
Otras bajas sí que podrían beneficiar a España. Son las del equipo de baloncesto de EE. UU. que deja a los de Gasol, el nuevo abanderado, con más posibilidades doradas.