Cuando hace sus compras en el supermercado o en la feria del agricultor, se puede encontrar ante el siguiente dilema: ¿compro la lechuga orgánica o la que fue cultivada de la manera tradicional, en un sistema con pesticidas y fertilizantes?
Es posible que decida desembolsar un poco más de dinero –cerca de un 20% más, aunque en algunos casos puede duplicarse el precio del producto, según un recorrido hecho por La Nación en junio a la Feria Verde en el Polideportivo de barrio Aranjuez, en San José– a cambio de llevar a su mesa productos orgánicos.
Sin embargo, es posible que se pregunte, ¿es lo orgánico más saludable? Justo esa era la pregunta que una y otra vez hacían los pacientes de la doctora Dena Bravata, investigadora de la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos.
Al no tener una respuesta para sus pacientes, Bravata, junto a su colega Crystal Smith-Sprangler, se dio a la tarea de revisar la evidencia científica disponible sobre el tema.
Analizaron los resultados de 237 artículos científicos sobre el tema. 17 de esos estudios evaluaron, de alguna forma, el efecto de los alimentos en seres humanos. Los restantes 223 estudios se enfocaron en revisar la concentración de nutrientes o la presencia de contaminación de bacterias u hongos o la concentración de pesticidas en el alimento.
Según sus hallazgos, publicados en Annals of Internal Medicine , en términos de los beneficios para la salud no existe una diferencia sustancial entre los alimentos orgánicos y los tradicionales.
Al analizar todos los datos, los investigadores no hallaron diferencias sustanciales en el contenido vitamínico entre ambos tipos de alimentos y, en cuanto a nutrientes, solo se encontró una presencia más elevada de fósforo en los alimentos orgánicos, pero la deficiencia en fósforo no suele ser un problema común en los humanos, así que los investigadores no lo consideran una ventaja para la salud.
En cuanto a la leche, algunos estudios sí encontraron una presencia elevada de ácidos grasos omega-3 en la orgánica, algo que sí puede ser beneficioso para la salud.
Por último, en la presencia de pesticidas y fertilizantes, sin lugar a duda los alimentos orgánicos traían mucho menos rastros de estos químicos. No obstante, en todos los análisis, la concentración de los químicos estaba por debajo de lo considerado seguro para la salud.
La agricultura orgánica sí puede ser más amigable con el ambiente, puede que le provea alimentos más sabrosos y con muchos menos químicos. Por todos esos motivos usted puede decidir consumir productos orgánicos, mas si su motivación es meramente el bienestar de su cuerpo y el de su familia, parece no haber gran diferencia entre los productos orgánicos y los tradicionales.