El Congreso nombró ayer a la jueza Doris Arias Madrigal, como magistrada de la Sala III de la Corte Suprema de Justicia, en una sorpresiva primera ronda de votación que contó con el apoyo de 41 diputados, de los 53 presentes.
El Partido Liberación Nacional (PLN), el Movimiento Libertario, la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) votaron a favor de Arias. Solo se opusieron los parlamentarios del Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Frente Amplio.
La elección se dio sin mayor discusión, pese a la polémica interna en el Poder Judicial por un correo anónimo circulado el lunes, donde se criticaba y cuestionaba a la Sala III por el caso CCSS - Fischel.
A revisión. Arias sería la encargada de instruir la casación del caso CCSS-Fischel, que estaba a cargo de la magistrada suplente Ana Eugenia Sáenz, y quien renunció el pasado 1.° de noviembre.
En el juicio se condenó a cinco años de prisión el exmandatario Rafael Ángel Calderón por recibir supuestas comisiones de un préstamo por $39 millones, del Gobierno finlandés para compra de equipos médicos del Estado. También se condenó a cinco personas más.
La magistrada Arias, electa por ocho años, sustituirá en el cargo al magistrado Alfonso Chaves, quien se jubiló el 1.° de enero anterior.
La jefa de fracción del PLN, Viviana Martín, aplaudió la designación de Arias y recalcó que antes de tomar la decisión, verificaron que Arias no tiene “ningún tipo de relación con el caso Calderón”.
Sin embargo, el diputado del PAC Manrique Oviedo afirmó ayer que la propia magistrada Arias le aseguró que se abstendría de ver el caso Caja-Fischel, porque “ella había emitido criterio en torno a uno de los imputados” en ese proceso.
Arias confirmó que “había dictado una resolución referente a uno de los coimputados (del caso Caja-Fischel)”, pero insistió en que aún no es tiempo para decidir si verá el expediente de Calderón o no.