En 1998 los diputados se vieron forzados a enterrar aumento salarial

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San José (Redacción). La noticia salió el 22 de mayo de 1998 cuando los diputados apenas llevaban 22 días en funciones.

Eran los diputados elegidos para legislar durante el mandato de Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

Igual que ahora, apenas empezando y sin siquiera haber recibido el primer pago, gestionaban un incremento salarial.

La Nación publicó ese 22 de mayo la siguiente información:

Arrinconados por el fuerte vendaval de críticas que soplaba en su contra, los diputados se vieron forzados ayer a enterrar el proyecto que proponía aumentar su salario mensual de ¢517.000 a ¢1.128.413.

El liberacionista Rafael Arias fue el único que, consecuente con la tesis que él y otros legisladores habían defendido en días pasados, se puso de pie a las 4:46 p. m. para darle su voto positivo al ajuste.

Los otros 55 congresistas presentes permanecieron sentados en sus curules y en silencio, mientras que un nutrido grupo de estudiantes universitarios estallaba en aplausos y gritos en la barra del público.

En medio de las caras largas de unos y el festejo de otros, algunos congresistas tomaron la palabra para alegar que el aumento propuesto es "justo" pero que en el país no existe un ambiente propicio para aprobarlo.

Varios de ellos lanzaron una intensa decarga contra lo que denominaron como "los enemigos del Parlamento", la prensa, los diputados anteriores y algunos personajes de la televisión como el sacerdote Minor Calvo.

El gobierno mostró ayer una posición ambigua sobre este tema. El presidente Miguel Angel Rodríguez, por ejemplo, externó en un comunicado de prensa su "profundo respeto" hacia la decisión de los diputados.

Rodríguez recordó sus argumentos en favor de que los congresistas recibieran un ajuste salarial "razonable" y lamentó que "el análisis de la propuesta no hubiese gozado del clima de objetividad necesario".

Mientras tanto, Roberto Tovar, ministro de la Presidencia, calificó el rechazo de la iniciativa como "un acto de hidalguía" y consideró injustos los insultos que han recibido los diputados en torno a ese tema.

El liberacionista Alex Sibaja afirmó que el siguiente paso que debe dar el Congreso es la revisión del salario de los otros jerarcas públicos y que el parámetro dado por el pueblo es el salario actual de los diputados.

¡Sorpresa!

Un clima de incertidumbre se percibía ayer desde temprano en los alrededores del Alto de Cuesta de Moras.

La incógnita quedó por fin despejada a las 4:01 p. m. cuando Ovidio Pacheco, jefe de la bancada socialcristiana, anunció sorpresivamente que su agrupación había decidido retirarle el apoyo a la iniciativa de ajuste.

Pacheco sostuvo que los argumentos presentados para respaldar la equiparación del salario de los congresistas con los otros miembros de los Supremos Poderes son claros y contundentes.

Alegó, empero, que las fuerzas que "históricamente han presentado a la Asamblea Legislativa como una antigualla innecesaria" lograron crear un clima de reacción popular y opinión negativa hacia el proyecto.

"No somos ladrones de la Patria. Somos ciudadanos costarricenses que hemos venido aquí a trabajar", dijo.

Ricardo Sancho, jefe de fracción del PLN, sostuvo que el proyecto llegaba a solventar una injusticia pero anunció que su partido lo votaría en contra para tratar de recobrar la confianza del pueblo en la Asamblea Legislativa

Sancho no desaprovechó la ocasión para criticar a los anteriores diputados por no resolver el problema salarial, al tiempo que propuso buscar una solución que pueda regir hasta después del año 2002.

Además censuró, sin dar nombres, algunas críticas formuladas contra el Congreso."No aceptamos los adjetivos que nos han querido poner algunos personajes de la televisión en el sentido de que somos ladrones".

Tobías Murillo, del PLN, sí puso el dedo en la llaga al lanzarle una crítica directa a los comentarios hechos por el sacerdote Minor Calvo, en varios medios de comunicación, en contra del aumento salarial.

"El es un hombre que tiene dos asesores, teléfono celular y carro último modelo. El padre Minor no tiene moral para hablarme a mi de inmoralidad", señaló Murillo en tono enérgico.

Al respecto, el sacerdote se mostró anuente a mostrar su vehículo y afirmó que los diputados habían asumido una actitud inmoral al solicitar, con menos de un mes de servicio, un salario de rico en un país pobre.

"En buena hora que se detuvo ese aumento por la presión que hicimos. Bendito sea Dios", dijo.

Mientras tanto, seis de los siete diputados minoritarios (Justo Orozco, de Renovación Costarricenses, se encuentra fuera del país) aplaudieron la decisión tomada por los dos partidos mayoritarios.

Colaboraron en esta información los periodistas José David Guevara, William Méndez, Yanancy Noguera y Emilia Mora.