Otros ojos

¿Cómo escribe? El novelista Guillermo Fernández Álvarez explica las sorpresas que vivió al elaborar ‘Ojos de muerto’

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Guillermo Fernández Álvarez acaba de publicar la novela Ojos de muertos (Uruk, Editores), y nos habla hoy sobre sus influencias y sus avatares en la creación, siempre ardua y cambiante.

–¿Cómo urdió la trama de ‘ Ojos de muertos’ ?

–Me ha parecido interesante enredarle un poco la vida al lector presentándole varias tramas en esta novela, pero cuyo eje común es el crimen, el crimen como lo vivimos hoy, geopolítica y localmente. Los temas surgieron de la impresión que me produjo un gobierno nacional en tiempos de la invasión a Irak. Algunos llamaban “ocurrente” a ese gobierno; yo prefería verlo “simbólico”. ¿He querido que la trama sea una respuesta fantástica? Probablemente.

–¿Hay continuidad entre este libro y sus obras anteriores?

–Percibo cierta continuidad con las novelas anteriores en el tratamiento de temas que algunos autores exploran sin tapujos, tal como Michel Houellebecq, un verdadero escritor crítico. En esta otra novela intento divagar sobre el crimen, omnipresente y trivial.

–¿En qué se diferencia ‘Ojos de muertos’ de sus otros libros?

–Se diferencia en que en él abordo un tema que siempre he visto ajeno a mis modestas pretensiones literarias: el mundo de los criminólogos. Obviamente, mis personajes no son criminólogos fidedignos: tienen algo de comic , de estafadores de carrera.

–¿Cuáles influencias siguió en la creación del libro?

Ojos de muertos dialoga por encima con El verdadero Barba Azul , de Georges Bataille. Cito a Franz Kafka, quien casi siempre influye en mi escritura. También aludo a Jim Thompson y su ausencia de eufemismos, y a Juan Rulfo y su conocimiento de los fantasmas de su país, entre otros autores.

–Como algunos autores, ¿tiene usted también un ‘lector imaginario’ para el que escribe?

–Casi nunca pienso en el lector cuando escribo: podría paralizarme –ya lo he experimentado–; pero, sí, cuando me releo, llega el momento de pensar en los demás. No me gustaría pedirle a un lector entrenado que pierda su tiempo en una lectura deficiente. Es una experiencia dura y se vive como el peor de los suspensos.

–¿Cuándo escribe?

–Es muy difícil ponerle relojes a la imaginación porque no es como darle una cita para que llegue puntual: los únicos que son puntuales son los problemas y la pereza. Esta novela fue reescrita en varias oportunidades en periodos azarosos.

–¿Pudo evitar la distracción?

–Nunca he podido evitar la distracción; solo trato de negociar con los asuntos pendientes para lograr esos valiosos y raros intersticios de antimateria para escribir.

–¿Presenta los originales a amigos antes de publicar el libro?

–Siempre someto mis escritos a los amigos que me pueden orientar. Como no soy escritor profesional, puedo ser muy inconsistente, y esto hay que sopesarlo.

–¿Rehízo partes del libro?

–Rehíce todo en unas cuatro ocasiones, y algunos apartados me tomaron unas seis reconstrucciones.

–¿Cuándo y cómo corrige?

–Corrijo al mismo tiempo que reescribo. Creo que es una labor que no acaba nunca. Lo hago frenéticamente en horas de la noche, cuando solo un grillo me espía.

–¿Qué le costó más crear: ambientes, personajes, diálogos...?

–Todo está entrelazado y, por tanto, el costo es el mismo. Un personaje se crea a veces por lo que dice y por su ambiente.

–¿Cómo deben hablar los personajes?

–Al respecto, he optado por ser inventor, no prejuicioso. La realidad nunca es pareja: no todo indigente debe hablar mal, ni todo yuppie es un refinado. Esto no existe.

–¿Qué cambiaría en el libro si debiera escribirlo otra vez?

–Reestructuraría algunos párrafos; son pocos, pero lo haría.

–¿Le interesan las críticas –favorables o desfavorables– que suscitan sus libros?

–Me interesan algunas críticas que me han ofrecido estudiantes, profesores, amigos, escritores afines. Algunos lectores me indican que han vivido mis personajes y mis tramas. Otros hubieran querido que yo no matara a un personaje o que hubiese desarrollado más un tema. Otras personas son algo irónicas pues consideran que exagero o que plagié una situación social obvia..., y yo estoy de acuerdo.

–¿Cuáles son sus libros?

–En novela: Babelia (Editorial de la Universidad de Costa Rica), Nebulosa.com (Editorial Costa Rica, ECR) y Ojos de muertos (Uruk, Editores); en cuento: Efecto invernadero (ECR), Hagamos un ánge l (Editorial de la Universidad Nacional) y próximamente Tu nombre será borrado del mundo (Editorial Arboleda); en poesía, cinco títulos.