Ojo de vidrio

Fuerza interpretativa Danza Universitaria puso de manifiesto la cuestión fundamental del creador: la pasión, motor que debe dominar en el escenario

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Del montaje Ojo de vidrio , obra seleccionada como ganadora del Premio Viva de La Nación , quisiéramos destacar algunos criterios que destacan en su concepción.

La coreografía aborda de manera elocuente el impacto desmedido que provocan en el ser humano el acelerado cambio tecnológico, los patrones de consumo, así como la injerencia que producen los medios de comunicación: lo que degenera en la deshumanización de la sociedad contemporánea.

Ojo de vidrio es una creación colectiva dirigida por los coreógrafos Hazel González, Gustavo Hernández y Antonio Corrales y fue interpretada por Danza Universitaria de la Universidad de Costa Rica. Por lo tanto doy mi voto como mejor obra dancística a Ojo de vidrio del grupo Danza Universitaria, porque:

1. Los hilos de todas las ideas dominantes están en una perfecta correlación con los hechos.

2. Las ideas presentadas a través de todas las escenas de la obra han logrado una perfecta dramatización y así mismo su objetivación.

3. Los coreógrafos supieron exponer la inestabilidad de la sociedad en sus puntos de máxima tensión.

4. Demostraron la complicada presión existente entre la aparente rigidez del medio y las sensibilidades y perplejidades de los individuos que lo sufren.

5. Los creadores han sabido proyectar los conflictos y, a su vez, el análisis del dilema de la sociedad en su manera más compleja, y cómo el individuo las enfrenta.

6. Los intérpretes han sabido proyectar con fuerza y claridad el sistema de ideas planteadas en la obra y las técnicas de expresión utilizadas en el escenario.

7. Los intérpretes-personajes han asumido la dimensión misma de la realidad; ellos poseen vida propia, brotan de un ámbito que nos es posible sentir y comprender.

8. Los intérpretes supieron mantener unida la obra; de esa manera, lograron un cambio definitivo entre los personajes y su medio, logrando el clímax, que es la prueba máxima del significado de una obra.

9. A través de este clímax, los bailarines mostraron la necesidad de expresar la angustia social de una sociedad, lo cual definió el alcance y propósito de la obra.

10. El equipo en pleno logró la identificación emocional con el público, mediante los acontecimientos ilustrativos presentados.