Si hay un tema que desvelaba a los encargados políticos de la sede diplomática estadounidense en julio de 2005, era la recomendación que emitiría una Comisión de Notables creada por Abel Pacheco para que estudiara el TLC.
Liderada por el astronauta Franklin Chang, al equipo de cinco personas se le encomendó valorar la conveniencia de implementar el Tratado.
Para esos días, revelan los cables, los agregados políticos no solo temían que alguno de los miembros de la Comisión hiciera comentarios negativos sobre el Tratado, sino que estaban preocupados por las conversaciones que el equipo mantenía con diferentes sectores para formarse una opinión sobre el tema.
La inquietud quedó manifiesta en un cable del 1.° de setiembre, del agregado Rusell Frisbie: “De acuerdo con Chang (quien había dado conferencia de prensa un día antes) la Comisión se ha reunido con 30 personas para consultarlos y escuchar sus opiniones sobre el TLC. Hacemos notar que, con la excepción de Anabel González, la exlíder negociadora del acuerdo, la Comisión se ha reunido exclusivamente con opositores al TLC”.
Ese mismo cable señaló que habían hablado con dos pro TLC de los entrevistados por la Comisión (no menciona los nombres) y que ellos creían que el reporte versaría así: “Que el acuerdo es básicamente positivo y puede ser arreglado si nosotros X, Y y Z”.
“Ellos, afirma el cable, podrían por ejemplo concluir que deberían hacerse ajustes en la agenda complementaria que por ahora se concentra totalmente en temas de competitividad”.
Tras relatar sus temores y proyecciones, Frisbie concluye que “al final, la bola volvería donde tenía que volver”, donde el presidente (Abel Pacheco).
Pacheco, quien demoró el envío del TLC al Congreso durante 14 meses, fue el blanco de la última crítica: “Él indudablemente usará el reporte de la Comisión para justificar la acción que finalmente decida tomar”.
Aplicación interactiva con los cables en cifras