Para muchos, Sogen Kato era el hombre de mayor edad que residía en Tokio, pero lo que pocos sabían era que su cadáver momificado llevaba más 30 años tendido en una cama.
El inusual hecho fue descubierto la semana pasada, cuando un grupo de funcionarios quiso reunirse con él para rendirle homenaje en su 111 cumpleaños (nació el 22 de julio de 1899), pero los familiares del anciano aseguraron que “no quería ver a nadie”.
Las autoridades vecinales comenzaron a sospechar y solicitaron la intervención de la policía, que allanó el domicilio y encontró el cadáver momificado de Kato en su cama, vestido con ropa interior y pijama, y cubierto con una manta. Su nieta dijo a la policía que Kato se encerró en su habitación hace unos 30 años tras declarar que deseaba ser un Buda viviente.
Las autoridades de Tokio, creen que Kato falleció unos días después de esa fecha. Sin embargo, la familia ha recibido cerca de $109.000 por concepto de pensión de viudez a través de la cuenta de Kato, desde que su esposa murió hace unos seis años. AP