El Estado y la salud

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Para estar saludables necesitamos apoyarnos en funciones que el Estado ejerce a través de sus instituciones, empleados y programas, y de los equipos cuatrienales de gobierno.

Para crear condiciones de vida saludable son fundamentales los tres pilares en que descansa el Estado: educación, salud y juego limpio.

De la Educación depende enseñarnos –en la teoría y la práctica–, cómo somos y funcionamos en cuerpo, emociones, mente y alma, individual y socialmente. Esta es una enseñanza que convendría impartir y reafirmar desde la niñez hasta la ancianidad.

De Salud depende, además de la prevención y atención de la enfermedad y de la discapacidad, la promoción de hábitos y ambientes que permitan una existencia saludable.

Juego Limpio significa reglas claras y que se cumplan, para que las personas sepan a qué atenerse y se sientan confiadas, seguras y protegidas.

En el humano devenir, vivimos y existimos. En cuanto a la vida, el Estado ha de asegurarnos, en letra y praxis, la protección de esta frágil vida humana que no somos capaces de crear. En cuanto a la existencia, debe el Estado velar porque las personas convivamos de manera pacífica y respetuosa.

Conocido de antiguo, ¿por qué será tan difícil hacerlo?

Envíe sus consultas a justadosis@nacion.com o bien al apdo. 882-1100.