El Cascanueces se hace grande

En su tercer año con las coreógrafas María Amalia Pendones y Patricia Carreras, el espectáculo navideño llega al escenario con un elenco fortalecido y maduro

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Una propuesta más madura, con intérpretes experimentados y seguros de su trabajo será la que traerá este año el ballet El Cascanueces.

Así lo aseguraron María Amalia Pendones y Patricia Carreras, coreógrafas del espectáculo navideño que este jueves 6 comienza su temporada en el Teatro Nacional.

Aunque el ballet es el mismo todos los años, llevarlo a escena siempre es una experiencia distinta y motivadora, según las artistas, quienes han estado tres años frente a la producción, con apoyo del estadounidense Wes Chapman.

“Siempre comparo el ballet con la música clásica: cualquier orquesta puede interpretar la Sétima Sinfonía, de Beethoven, pero no todas la tocan igual porque ese trabajo depende de su director, sucede igual con el ballet. El reto siempre es distinto porque tenemos que trabajar con muchachas que apenas se están incorporando al grupo, con otras que ya tienen más experiencia y con los invitados que tenemos”, dijo Carreras.

Para Pendones, lo más emocionante de llevar esta obra a escena es ver el proceso, pues cada rol le trae exigencias distintas a los artistas.

“La emoción de hacer esto todos los años es ver a las bailarinas asumiendo desafíos, porque eso nos obliga a darles nuevas herramientas, a enseñarlas a hacer las cosas distintas cada vez. También, es muy emocionante ver todos los años gente nueva participando; por ejemplo, este año tuvimos la participación en la audición de 25 hombres, el doble que el año pasado”, destacó Pendones.

El Cascanueces llegará a escena abordado desde la trayectoria que le han dado estos años de trabajo, no solo de sus directoras, sino de sus intérpretes.

“Esta es una propuesta más madura: hay bailarines que están repitiendo tanto en los roles principales como en el cuerpo de baile, y eso hace que tengan más experiencia y, por ende, que tengamos un nivel mayor tanto en hombres como en mujeres”, enfatizó Pendones.

Los protagonistas. El Cascanueces , con música de música de Piotr Ilich Chaikovski, está inspirado en el cuento del alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, llamado El Cascanueces y el rey de los ratones .

La obra narra cómo en medio de sueños Clara, quien recibió un cascanueces como regalo, ve como este se convierte en un príncipe maravilloso que la lleva por un mundo mágico.

Durante esta aventura, ellos se enfrentan a un ejército de malvados ratones y recorre lugares llenos de fantasía, donde juntos ven fantásticas danzas de todo el mundo.

Para interpretar esta historia navideña subirá a escena un elenco de bailarines nacionales que ha dedicado un año completo a su preparación y un grupo de invitados extranjeros de gran trayectoria.

La participación costarricense está encabezada por las bailarinas Mariana Elizondo, Kristiane Feoli, Alejandra López y Johanna Castro Castro, quienes se alternarán los roles de Clara, Reina de las Flores, el Hada de Azúcar y la Reina de las Nieves, a lo largo de la temporada.

Estas bailarinas comenzaron en la danza en edad escolar y aseguran que este año será una experiencia muy diferente a otras ocasiones.

“Para mí, El Cascanueces siempre es un reto. A diferencia del año pasado, donde era una de las solistas (en esa ocasión, las costarricenses asumieron la totalidad de los papeles principales), este año espero disfrutar todo de principio a fin. No quiero decir que el año pasado no fuera así, pero había mucha más presión porque era la primera vez que asumía el papel y que bailaba con un hombre”, aseguró Feoli.

Por su parte, López, quien divide su tiempo entre la danza y la carrera de medicina, acotó: “Participar en este ballet es de lo más emocionante del año; es un trabajo que me tomo muy en serio. Es un gusto, pero, a la vez, es un reto bailar, porque cada año hacemos papeles distintos”.

También bailarán Gustavo Vargas, Minor Thompson y Andrés Ávila; este último realiza estudios en el Ballet de Orlando.

La mirada extranjera. Aunque saben que los artistas ticos aún son muy jóvenes, en comparación con su trayectoria, los bailarines extranjeros alabaron sus desempeño, según lo destacaron el brasileño Alexánder Scupinari y el argentino Emanuel Abruzzo.

La lista de invitados la completa el uruguayo Ismael Arias y al estadounidense Aidan Carrasquel.

“Me encanta la experiencia. Esta es mi primera vez en Costa Rica y todos me han recibido con los brazos abiertos”, aseguró Abruzzo, quien llegó al país por referencia del argentino Julio López.

Además, añadió: “El trabajo en Costa Rica está muy bien hecho; las coreografías están diseñadas para destacar las cualidades de cada bailarín. A las chicas se les ve muy bien, son muy jóvenes y les veo mucho futuro en el ballet”.

Una opinión similar expresó Scupinari al aseverar que esta ha sido una experiencia maravillosa. “Las chicas son muy talentosas, especialmente mi pareja en el ballet, Mariana; ella no sabe lo talentosa y lo buena que es”, dijo.

Ambos artistas le recomendaron a las bailarinas costarricenses, que se están consolidando como solistas, creer más en su trabajo.

“Todas deben estar conscientes de una cosa: si te gusta, tenés que hacer todo lo posible para hacerlo. A mí dijeron mil veces que no era lo suficientemente bueno para hacer ciertas cosas, pero uno sigue para adelante y tiene que luchar por lo que quiere, independientemente de lo que te digan los demás”, acotó Abruzzo, quien baila para la compañía de Suzanne Farrell, en Nueva York.