El arte busca las formas de narrar la experiencia del cáncer de mama

Historia distinta Tres artistas han hallado en la fotografía y el textil técnicas para narrar cómo viven las costarricenses con la enfermedad

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El cáncer divide una vida en dos, aunque no la trunque; ya no es sentencia de muerte, necesariamente, pero siempre es una prueba para aprender sobre la fuerza propia.

Tres artistas costarricenses han extraído formas de entender las resistencias del cuerpo y las han plasmado en obras muy diferentes. En los trabajos de Alejandra Guzmán, Glorianna Ximendaz y Alejandra Gutiérrez se muestran tres maneras de comprender y sobrellevar la enfermedad.

La otra visión. Alejandra Guzmán se siente incómoda con las imágenes que muestran el cáncer de seno a la sociedad. Molesta por ver cómo empresas comerciales tomaban la causa para aumentar ventas y realizar donaciones ínfimas, Guzmán indagó en el tema.

Las tres caras de Eva: entre la agonía y la esperanza es su proyecto de tesis; mira la mitología del seno y su implicación para la mujer.

“El hecho de que una mujer no tenga senos hace que se le vea como una mujer incompleta en esta sociedad”, lamenta sobre la experiencia de pacientes con cáncer.

“Las imágenes publicitarias utilizan a la mujer perfecta con su pelo sano, su piel intacta, sus pechos redondos...”, dice Guzmán. Según la fotógrafa, es una visión muy alejada de la realidad.

En el transcurso de un repaso de la “mitología” del seno, también entregó a pacientes un diario para que registrasen su experiencia con la enfermedad. Esos textos forman parte integral de la muestra, junto con representaciones metafóricas de estos cambios brutales en los cuerpos de mujeres y hombres.

Forma de entender. Glorianna Ximendaz llegó a la fotografía de manera inevitable. Inspirada por sus abuelos a dedicarse a las causas sociales, tras la muerte del anciano, por cáncer, se abocó a fotografiar el cáncer de frente.

“La gente no tiene que vivir esto para entenderlo”, dice; por eso, brinda sus imágenes de pechos heridos, tan duras como honestas. “Octubre no es simplemente el mes del cáncer de mama, y el cáncer de mama no es color rosa”, declara. No considera sincera la forma de narrar el cáncer; por ello, indaga en las heridas y el dolor.

“El cáncer deja una herencia de bien, que hace pensar que la vida hay que apreciarla, que la vida es importante, realmente”, sugiere.

Impulso de vida. Un sonado proyecto sobre el cáncer y la fuerza de las mujeres vino desde Canadá. The Bra Project se transformó en Un sostén por la vida bajo la dirección de la artista textil Alejandra Gutiérrez; así, también se convirtió en una plataforma para rescatar historias de mujeres sobrevivientes.

En el principio, la idea era crear sostenes artísticos sobre la experiencia del cáncer de seno. “Vamos a contar historias de vida, de esperanza, de resurgir, de crecer, de inclusión, de independencia, de evolucionar, de autoestima...”, se dijo Gutiérrez entonces.

164 sostenes aceptaron su reto. 60 de ellos se expusieron en La Zona de Entrenarte; el resto, en tiendas Auto Mercado. No incluyeron solo historias de cáncer: femicidio, abuso sexual y pobreza, y la historia de cómo se superaron estos traumas, se hilvanaron en estos brasieres .

“La importancia esencial que tuvo esto fue desarrollar un proyecto de arte participativo y solidario”, indica Gutiérrez. “Todos, como artistas, tenemos la obligación de volvernos solidarios con la sociedad”, agrega. En la muestra participaron artistas y aficionados, todos con una historia propia.