Ejército de EE. UU. dio una mano a los parriteños

Ofreció servicios odontológicos, de medicina general y dermatología

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San Juan de Parrita. María Liz Campos, vecina de San Juan de Parrita, Puntarenas, solo tuvo que caminar ayer unos 200 metros para llegar a la atención médica, lo que le tomó solo 10 minutos y no las dos o tres horas usuales si fuera a consulta en la clínica.

Ella dijo sentirse bien, pero “nunca está demás que lo revisen todo a uno. Uno nunca sabe si hay alguna enfermedad por ahí y uno no la está sintiendo”, manifestó entre risas esta mujer de 82 años.

Como ella, otras 400 personas recibieron ayer atención médica y odontológica, así como charlas sobre cómo cuidar su salud y evitar enfermedades.

El grupo Fuerzas de Tareas Conjuntas Bravo, del Comando Sur del Ejército estadounidense, en conjunto con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud, brindaron atención en odontología, medicina general, dermatología y se hicieron papanicoláus.

“Nuestra idea es brindar atención a las personas que más lo necesitan. La mayoría son personas pobres de zonas alejadas al centro de la ciudad, y por eso buscamos acercarles los servicios”, explicó Miguel Coello, médico del Comando Sur que coordina la misión.

Necesidades. Según explicó Édgar Carrillo, director de la Clínica de Parrita, las afecciones más comunes en esa población son diarreas, dengue y otras enfermedades infecciosas.

La leishmaniasis, una enfermedad poco común en el Valle Central, sí se ve más en esta zona. Este mal es causado por el parásito Leishmania major (conocido popularmente como papalomoyo). Produce úlceras o llagas en la piel, y, si no se trata a tiempo, lleva a inflamación del hígado y del bazo.

“Me picaba mucho el brazo, así que vine para que me atendieran y me mandaron con un doctor que es especialista”, dijo Joaquín Álvarez, uno de los pacientes.

No obstante, lo que los especialistas del Comando Sur consideran más importante son las charlas de salud preventiva.

“Allí le decimos a la persona qué debe hacer para comer mejor, cómo hacer trabajo físico sin dañar la salud y le damos consejos para llevar una vida sana y así evitar enfermedades”, dijo Coello.

Esa fue la parte que María Liz Campos más disfrutó.

“Me dijeron de estas charlas apenas terminé la consulta con el doctor. Me vine rapidito; son cosas que uno no sabe. Además, vea, me dieron jabón, vitaminas y hasta medicinas que matan bichos”, comentó la mujer.

La misión de las Tareas Conjuntas Bravo continúa hoy en la comunidad de Damitas. Esto no es solo un ejercicio de atención médica; también es un entrenamiento para los militares en atenciones médicas masivas en caso de emergencia por algún desastre natural.

“Si se diera algún tipo de emergencia por un terremoto o inundación, la atención médica que se brinda es similar a esta”, comentó Mario Vílchez, médico de la CCSS especialista en emergencias.