El Gobierno estadounidense donó ayer al Servicio Nacional de Guardacostas dos patrulleras tipo interceptoras con un costo de $1,8 millones.
Esta es la primera vez que el Gobierno de Costa Rica tendrá embarcaciones nuevas como parte de su flotilla.
La donación, efectuada en Puerto Caldera, Puntarenas, es parte del Convenio de Patrullaje Conjunto contra el narcotráfico entre el país y Estados Unidos.
Anne Andrew, embajadora de los Estados Unidos, comentó que con estos nuevas embarcaciones las autoridades costarricenses estarán mejor equipadas para planear y conducir operaciones de búsqueda y rescate. Además, servirá para combatir el tráfico ilícito de drogas y de personas.
En las próximas semanas se instalarán en los botes dos equipos modernos para la comunicación estática y móvil, agregó la embajadora.
“Estas embarcaciones poseen tres motores de 300 caballos de fuerza cada uno y pueden ser manejadas a 80 nudos (equivalente a 144 kilómetros por hora)”, explicó Mario Barrientos, director del Servicio Nacional de Guardacostas.
Las autoridades estadounidenses capacitaron durante tres semanas a 20 capitanes experimentados para controlar las altas velocidades de los navíos.
Los guardacostas nacionales se encargarán del mantenimiento de las patrulleras con los repuestos traídos desde Estados Unidos.
Al acto de donación asistió la presidenta de la República, Laura Chinchilla, quien exaltó la cooperación al tiempo que insistió en que no es suficiente en la lucha policial. Aseveró que para la lucha contra el narcotráfico es necesario contar con muchos más recursos económicos y técnicos.
En la búsqueda de estos fondos, la presidenta explicó que ha hablado con diversos sectores para hacerles ver la urgencia de enfrentar la situación.
Ante sus gestiones le recomiendan pedir ayuda a países amigos como China y Estados Unidos, respuesta que, según dijo, le provoca disgusto.