Este Oz no es un mago, es médico. Aunque por el hechizo que causa en su audiencia cada vez que ocupa la pantalla del televisor, se podría decir que algo tiene de “mágico”.
El multimediático Dr. Mehmet Oz es hoy uno de los presentadores de la televisión con más popularidad e impacto en Estados Unidos y Latinoamérica.
Gracias a su programa The Dr. Oz Show, este año fue laureado con el premio Daytime Emmy (que se entrega a espacios en horarios diurnos y vespertinos) como mejor conductor de TV.
Como especialista en la materia, su programa trata sobre salud y medicina. Pero jamás lo verá con una gabacha blanca, sentado en un sofámientras aconseja, con tono didáctico, a los televidentes que llaman “al aire”.
Culto entretenimiento
Acá, la dinámica, la interacción y los recursos técnicos saltan a simple vista, y se conjugan a la perfección con la carismática personalidad del anfitrión estrella.
The Dr. Oz Show se destaca por tener una producción y realización extremadamente cuidadas. Es así cómo logran que una hora se haga corta para la diversidad de secciones que apelan a la salud preventiva en primera instancia, aunque el Dr. Oz también intenta ofrecer calidad de vida a quienes ya tienen equis padecimiento. La conducción es tan dinámica y los contenidos tan interesantes, que el show del Dr. Oz cautiva a público de todas las edades.
El espacio está dividido en varios segmentos, en los que se abordan temas que van desde consejos de salud para mejorar el estilo de vida en general, hasta los últimos tratamientos en cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida de un enfermo terminal.
El gran plus que le agrega a su temática este prestigioso cardiólogo es el sencillo lenguaje con que ofrece explicaciones sobre los temas más complejos.
La producción se esmera en apoyar las informaciones con el apoyo de gráficos, ejemplos prácticos y hasta concursos con el público asistente.
“El contenido es directo. Si vamos a hablar de problemas serios, hay que hacerlos accesibles; se puede hablar de todo, hasta de sexualidad, siempre pensando que estamos en un programa de televisión y que, si vamos a tocar temas de adultos, hay que advertir que saquen a los niños de la habitación”, contó en una entrevista, en marzo pasado , publicada en el diario mexicano Reforma.
Por ejemplo, un día tuvo solo a hombres de invitados en el set y a todos les repartió un escroto y testículos falsos para que encontraran el que tenía un quiste.
En un solo show, el médico es capaz de bordear, de las formas más extravagantes, los más variados temas.
Por ejemplo, en ese mismo programa, un colega invitado realizó una colonoscopía “en vivo”, y hablaron sobre las zonas erógenas femeninas, valiéndose de un particular maniquí.
Pero su temática no siempre rodea la polémica o lo escabroso, al contrario, hay muchísimo de salud preventiva y pequeños tips generales para vivir mejor.
Un día de estos puso a prueba los conocimientos de tres de sus invitadas cuando las invitó a preparar la ensalada que contuviera más ingredientes antioxidantes.
Y, por si fuera poco, hasta tuvo tiempo de jugar un cierto o falso sobre las grasas, con un televidente, vía telefónica.
Esta son algunas características que diferencian a este show de otros similares. Y se agradece que su equipo no manipula los sentimientos de la audiencia con casos y testimonios lastimeros. El objetivo es ser siempre positivo.
Hombre influyente
El Dr. Oz no es ajeno a la televisión. El turco-estadounidense se dio a conocer en programas como El Show de Oprah Winfrey, su madrina televisiva, y Larry King Live, en los cuales tenía gustados segmentos de salud.
De hecho, fue Oprah quien vio su potencial y con su productora Harpo Entertainment lanzó al mercado internacional The Dr. Oz Show, tal como había hecho en el 2002, cuando le dio el espaldarazo al talk show del Dr. Phil, o en el 2006, cuando hizo lo mismo con la chef y anfitriona Rachael Ray.
El estreno deEl show del Dr. Oz, el año pasado en Estados Unidos, fue todo un boom: a pocos meses del arranque, ya se transmitía en 18 países, en diferentes continentes.
Grandes celebridades como Jennifer Aniston y Whoopi Goldberg han participado en su espacio y han evacuado con él, públicamente, sus dudas de salud.
Y es que el Dr. Oz ha sido reconocido ampliamente por sus conocimientos.
Este año, ocupó el puesto número 3 en la lista de las celebridades más influyentes de Hollywood, según Forbes. Y la revista Esquire lo colocó en su conteo de las 75 personas más influyentes del siglo 21.
Por increíble que parezca, el responsable de la emisión televisiva y de otra radiofónica sigue también con sus labores médicas.
El secreto para rendir siempre, revela, son la organización y la disciplina, así como una buena alimentación que no contempla el café y en la que las bebidas alcohólicas son ocasionales.
“Debo dormir siete horas por día, las necesito para no cometer errores en mi trabajo. El día siempre lo comienzo con ejercicio, practico yoga, hago repeticiones de 20 abdominales y estiramientos de brazo, esto es diario.
“Para la alimentación no hay como yogur bajo en grasas, frutas, vegetales verdes... Evito los alimentos entre comidas; pero claro que amo comer, y bien”, aconsejó en la misma entrevista.
En Latinoamérica
En la región, la señal que lo programa es FoxLife, y la apuesta a la conquista de audiencia ha sido contundente: se emite de lunes a domingo a las 9 a. m., 1 p. m. y 4 p. m. (capítulo de estreno).
La personalidad del cirujano cardiotorácico ha creado un fuerte y confiable enlace con su público, y en Latinoamérica ha sido similar.
En un corto promocional que pasa el canal, el especialista expresa que se identifica con el público latino: “Tenemos la misma energía y entusiasmo. Y me gusta que la gente se sienta cómoda en mi espacio, donde se puede hablar y preguntar de todo con confianza”.
En su labor como médico, ha viajado a Venezuela, Perú y a nuestro país, donde se ha dado cuenta de que los principales males que nos aquejan son la obesidad, la infertilidad y la obsesión por las cirugías plásticas.
“La cirugía plástica se utilizó en un principio como reconstructiva, y ahora se aplica más en las correcciones estéticas. Se han comenzado a establecer patrones sobre lo que es bonito y vemos cómo todos se están pareciendo entre sí: la misma nariz, la misma boca...”.
Si desea conocer más de cerca al emblemático Dr. Oz, sintonice su programa y verá como este showman de la medicina le enseñará lo fácil –y hasta entretenido– que puede llegar ser cuidar de su salud.