Don Bosco nos visita

Las reliquias de San Juan Bosco llegarán al país el martes. Con ellas viene un mensaje de fe y esperanza para la juventud. Un mensaje que cae como enviado por la providencia.

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Un edificio bajito, muy incómodo y húmedo, albergó el primer centro para atención de jóvenes que San Juan Bosco se animó a abrir en Turín, Italia.

Allí, Don Bosco –como llaman todavía hoy al santo–, reunió a niños y jóvenes muy pobres, a quienes empezó a enseñar un oficio.

Eran los albores de la revolución industrial (segunda mitad del siglo XVIII), y ya Don Bosco hablaba de prevenir en lugar de reprimir a los jóvenes con algún riesgo social.

“Adelantémonos a las fatalidades, a las caídas y a los errores...”, se le escuchó decir muchas veces.

Desde entonces, su obra se ha extendido a 130 países. Han pasado casi 150 años desde el momento en que Don Bosco se atrevió a ir más allá del templo y salir a la calle para responder a las necesidades espirituales y materiales de los muchachos.

Conocido como el santo de los jóvenes y uno de los más populares dentro de la larga lista de beatos y santos de la Iglesia Católica, a 200 años de su nacimiento las reliquias de Don Bosco llegarán al país este martes.

Costa Rica es la segunda estación de siete en Centroamérica. Aquí permanecerá del 20 al 23 de julio. La visita es parte de una peregrinación que se inició en el 2009, la cual conmemora 150 años de la fundación de la Congregación Salesiana. (Ver nota aparte)

Pilares

Nacido en un hogar muy pobre, San Juan Bosco tuvo sus primeros contactos con jóvenes encarcelados no más recibiendo la ordenación sacerdotal.

La historia cuenta que, en medio de situaciones terribles, él aprendió a ver en los jóvenes problemáticos cualidades que para otros permanecían ocultas.

“No hay jóvenes malos, hay jóvenes que no saben que pueden ser buenos”, dijo alguna vez.

Su filosofía –que hoy practica la orden Salesiana y las hermanas de María Auxiliadora–, se sustenta en tres pilares.

El primero, obliga a adelantarse al mal con el bien y motiva a los educadores a ser razonables en las cargas de trabajo y en los castigos.

El segundo pilar, habla de la religión. Decía Don Bosco que “si no hacemos intervenir a un ser supremo, creador, redentor y remunerador”, las cosas no saldrían bien.

El último pilar es la amabilidad. “La educación es cosa del corazón. Si uno no se gana el corazón de un joven no lo podrá educar”, insistió el santo.

Por eso, el sacerdote salesiano Carlos Chiu, director de Cedes Don Bosco y uno de los organizadores de la peregrinación, no duda en que la visita de las reliquias del santo es providencial.

“Es una mano oportuna en un momento oportuno”, dijo Chiu parafraseando un dicho muy conocido del santo de los jóvenes.

“La figura de Don Bosco traspasa los tiempos, los lugares y las generaciones. Sigue siendo actual por sus actitudes, sus obras y su presencia en el mundo”, afirmó el religioso.

Las reliquias de Don Bosco vienen en una urna de cristal en donde se ve la figura del santo. Viene su brazo derecho, el mismo que levantó para bendecir miles de veces. También están sus vestiduras sacerdotales.

La urna será abierta en los diferentes sitios en donde estará durante su paso por el país. La intención es que la gente tenga un mayor acercamiento a la figura del santo. Exalumnos del colegio Salesiano rendirán una guardia de honor.

“Ojalá nos acerquemos todos a Don Bosco y aprovechemos la oportunidad como familia, como jóvenes, como educadores, adultos y creyentes.

“Aprovechemos para pedirle que nos ayude a cumplir su ideal de ser buenos cristianos y honestos ciudadanos”, manifestó el sacerdote.

Educador

Aseguraba Don Bosco que “todo joven tiene una fibra sensible del bien”.

“El educador tiene la tarea de descubrir esa fibra para que el muchacho reaccione y lo ganemos”, sostuvo Carlos Chiu.

Don Bosco se preocupó mucho por los jóvenes trabajadores. Fue uno de los primeros en establecer la figura del contrato laboral para su protección.

Tenía por costumbre visitar las cárceles de Turín, y decía que si los muchachos que allí habían caído hubieran tenido un amigo bueno que los aconsejara, otra historia contarían.

Por eso, el mensaje que trae consigo esta peregrinación de sus reliquias tiene mucha actualidad a la luz de los últimos acontecimientos en el país, en los cuales han sido protagonistas menores de edad.

El último de estos hechos ocurrió el 1°. de julio, cuando un adolescente supuestamente disparó contra la directora de su colegio. La docente murió once días después del ataque.

Siguiendo los pasos

La obra salesiana en el país es amplia. Destaca entre todos los proyectos, el Centro de Educación Salesiana (Cedes Don Bosco), ubicado en Alajuelita, San José.

Ahí se continúa la labor de San Juan Bosco, trabajando con muchachos y muchachas entre los 3 y 18 años de edad, de zonas marginales. Solo en ese centro, se atienden 2.000 estudiantes cada año.

En el Colegio Técnico Profesional, adolescentes de los dos sexos se preparan en oficios como electricidad y mecánica.

“Que esta visita nos enseñe y ayude a amar más a los jóvenes, sabiendo, según decía Don Bosco, que ‘de la sana educación de la juventud depende el porvenir de las naciones”, sentencia el padre Carlos Chiu.