Según estudios de la empresa británica Deloitte, en el 2010 la televisión dominará el entretenimiento doméstico en todo el mundo, demostrando un poder más afianzado que la Internet, los diarios o incluso su reencarnación digital, el E-reader (periódicos o revistas virtuales).
Además, la investigación arrojó que la televisión y su programación fija permanecerán como una parte central en la experiencia del entretenimiento, pese a la creciente demanda del sistema pay-per-view o pagar por ver.
El pronóstico de Deloitte va en contra de muchas expectativas creadas, ya que por mucho tiempo los analistas han anticipado que el hábito de descargar contenidos de Internet –cuándo y dónde lo desee el espectador– se expandirán al grado en el que también se ve la televisión o incluso la superará.
Además, en Gran Bretaña los servicios para ofrecer un servicio de televisión por demanda (pay-per-view ) y por computadora, han resultado ser muy populares y se espera que la tendencia emprenda vuelo dentro de poco.
Sin embargo, Deloitte explicó que el tradicional sistema de entregar programación de radio y televisión en forma abierta, es “todavía más fácil y suficiente para una gran mayoría de consumidores”.
“Nuestra estimación es que más del 90% de toda la televisión vista y más de un 80% de radio será consumido de la forma tradicional de transmisión”, afirmó el reporte.
Por esta razón, las grandes productoras de todo el mundo están entusiasmadas con seguir creando material para la programación regular, la cual se sostiene en su mayoría por una publicidad seducida por los altos ratings.
Esto quiere decir que a pesar del tiempo la programación regular por televisión no tiembla ante los cambios tecnológicos y, por el contrario, intenta ajustarse a ellos sin perder su esencia.
Conectados. Los buenos augurios para la pantalla chica los tienen claro las principales empresas transmisoras de televisión, que en todo el mundo han abogado por el paso de la televisión tradicional a la digital y han invertido millones de dólares en mejorar la calidad de sus producciones, la adquisición de nuevas cámaras y transmisores más modernos.
Los fabricantes de televisores tampoco se han quedado dormidos, pues al dar paso a los televisores LCD y Plasma, equipados con dispositivos de disco duro incorporados, han dispuesto a los usuarios de nuevas armas para sacar el máximo provecho a la programación tradicional.
El único cambio que hasta ahora reta la consolidada tradición televisiva, es la idea de las grandes compañías de crear televisores especialmente diseñados para la tecnología 3D, que tanto éxito ha tenido en el cine.
Sin embargo, la continuidad de esta tecnología en la pantalla pequeña dependerá de la calidad de los primeros prototipos y del precio que tendrán esas unidades en el mercado. Hay que recordar que para Deloitte, la seducción de la televisión tradicional se debe a la simplicidad en su acceso. Es decir, encender la tele y empezar a disfrutarla, ¡nada más!
Por tanto, la televisión regular seguirá reinando sin remedio alguno en casa, dejando claro que su poder audiovisual, combinado con la periodicidad y continuidad de sus emisiones, es un anzuelo tan cotidiano y poderoso del que muy pocos logran librarse.