Dibujado por el destino

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Durante toda su vida, la tinta corrió por sus venas. Pierre Culliford, popularmente conocido como Peyo , fue un dibujante belga innato, cuya única escuela fueron los estudios de animación.

Por esas cosas de la vida, dejó la escuela de Bellas Artes, en Bruselas, para probar suerte en rotativos, una decisión que cambió su vida. Y es que de no haberla tomado, quizá hoy el universo que ideó para sus pitufos no existiría.

Tras abandonar la escuela y darse a la tarea de buscar trabajo, dos anuncios del periódico llamaron su atención: uno era el de ilustrador en un periódico y el otro el de asistente dental.

Pero su camino parecía estar ligado a la tinta y al papel: el trabajo de asistente dental no lo obtuvo porque llegó 15 minutos tarde a la entrevista de trabajo, por lo que no le quedó más remedio que quedarse con el puesto de ilustrador, publica la página www.smurf.com, en la que se encuentra una biografía sobre Peyo.

Pese a que Bélgica era un hervidero de cómics, pronto, el talento llevó al papá de los pitufos a codearse con prominentes artistas. Entre ellos, su gran amigo: el guionista Yvan Delporte.

Finalmente, llegó al diario Le Journal de Spirou , publicación que vio nacer a los queridos pitufos, caricaturas que vinieron a cambiar para siempre la vida de este genio.

El rotundo éxito de estos seres obligó a su creador a dejar de lado al resto de sus personajes. Entre los que se recuerda Juan y Guillermo, Benito Sansón y Pedrito y la lámpara mágica.

En 1992 ese torrente creativo para producir pitufos se secó. Ese año, el patriarca de los pitufos falleció, a causa de un ataque al corazón, a los 64 años.

Hoy, el derecho sobre sus personajes lo tiene su familia, quienes tuvieron la última palabra para el rodaje de Los pitufos .