Una de las auténticas glorias de la medicina en nuestro país. A su sabiduría y capacidad se debe el hecho enorgullecedor para todos los nacionales de que en Costa Rica se estén realizando intervenciones quirúrgicas del más alto nivel científico y técnico. Después de haber realizado con el grupo médico por él organizado y preparado más de 3.500 operaciones a corazón abierto, llevó a cabo el primer trasplante de corazón efectuado en Centroamérica -y en gran parte de los países latinoamericanos- en el Hospital México de la Caja Costarricense de Seguro Social, en marzo de 1991. Le ayudaron en la realización de la histórica operación los doctores Edwin Manuel Alvarado, Eduardo Induni, Flora Leiva, Juan José Pucci, Edgar Méndez, Rodrigo Gutiérrez, Fernando Zamora, Oscar Palma y Asdrúbal Cortés.
Además del brillantísimo trabajo quirúrgico y científico que realiza, el doctor Longino Soto ha prestado muy valiosos servicios a Costa Rica en otros campos de la actividad humana; ha ejercido la docencia para la preparación de nuevos facultativos, ha sido diputado, ministro y dirigente futbolístico; le correspondió presidir el Comité Director de la Federación Costarricense de Futbol durante todo el proceso de la clasificación de nuestro equipo para el Campeonato Mundial efectuado en Italia en 1990. Con respecto a su labor legislativa ha dicho: He dedicado 43 años a la seguridad social de Costa Rica; cuando fui diputado luché por las leyes que hicieron posible su progreso, como el traspaso de los hospitales, la ruptura del tope de cotización; esa fue la razón por la que fui a la Asamblea Legislativa...
Nació en San José. Cursó la primera enseñanza en la Escuela Juan Rudín y en la Tomás Guardia de Limón. Obtuvo el Bachillerato en el Liceo de Costa Rica en 1940. Favorecido con el otorgamiento de una beca, viajó a México y estudió medicina en la Universidad Nacional Autónoma. Regresó a Costa Rica y desde los primeros años de ejercicio de la profesión sobresalió por su extraordinaria habilidad quirúrgica y su gran dedicación al trabajo. Entre 1956 y 1957 efectuó excelente labor en el ámbito de la cirugía torácica en hospitales de Estados Unidos. En 1962 fue galardonado con el premio Doctor Ricardo Moreno Cañas. Como personalidad médica de primera magnitud asistió en 1967 a un trascendental seminario sobre prácticas quirúrgicas cardíacas en la Universidad Leland Stanford de Palo Alto, California, impartido por un grupo de médicos precursores en el campo de los trasplantes de corazón. Su experiencia y su capacidad científica continúan desarrollándose en beneficio de todos los seres humanos, ya que, con su equipo médico y gracias a su iniciativa, la Caja de Seguro Social y el Hospital México extenderán servicios de alta cirugía cardiovascular a pacientes de otros países centroamericanos.