Deterioro amenaza 10.000 libros de la Academia de la Lengua

Gobierno se comprometió a darle edificio desde 1963, pero aún no cumple

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Acomodados en 52 cajas de cartón –sin control de plagas, temperatura o humedad y menos aún ordenados para que puedan ser disfrutados por el público– , cerca de 10.000 libros pertenecientes a la Academia Costarricense de la Lengua (ACL) se deterioran con el paso de los años.

La falta de una sede impide que estos textos –entre ellos obras clásicas y otras especializadas en gramática, sintaxis y vocabulario– estén a mano para los costarricenses. Por ahora, ocupan un espacio prestado por la Editorial de la Universidad de Costa Rica.

Buenas intenciones para que la ACL tenga una sede propia donde sesionar, dictar charlas, hacer exposiciones y ofrecer al público estos valiosos textos parecen no faltar. Desde 1963 el Gobierno ratificó el Convenio Multilateral sobre la Asociación de Academias de la Lengua Española, y se comprometió así a dotar a la academia de sede y presupuesto “dignos”.

En en el 2003, un decreto ejecutivo firmado por el entonces presidente Abel Pacheco entregó a la ACL el primer piso del edificio del antiguo Banco Anglo, en la avenida central de San José.

Mientras, en el 2009, el presidente Óscar Arias firmó un nuevo decreto ejecutivo y, sin derogar la anterior disposición, ordenó al Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) facilitar la Estación del Ferrocarril al Atlántico como sede para la ACL.

Sin embargo, la realidad es que, tras casi 50 años de haberse comprometido, el gobierno aún no ha dotado a la ACL de una sede.

Confundida. Estrella Cartín, presidenta de la ACL, dice estar confundida ante lo que escucha de las autoridades y lo que se ejecuta.

“A mí todas las autoridades me dicen que sí, que vamos a tener una sede y yo les creo, pero la verdad es que no la entregan”, dijo Cartín.

La misma confusión podría sentir el rey de España, Juan Carlos de Borbón, quien junto con el presidente de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, le recordó en persona hace unos años al entonces presidente Óscar Arias que Costa Rica es el único país firmante del convenio de las academias que no ha dotado de una sede a la suya, según recordó Cartín.

El recordatorio de la histórica deuda se realizó de nuevo el año pasado, cuando García de la Concha visitó el país.

A pesar de que Arias creyó solucionar el problema pidiendo al Incofer la entrega de la Estación del Ferrocarril al Atlántico, lo cierto es que más de nueve meses después esta iniciativa no ha visto la luz.

Miguel Carabaguíaz, presidente del Incofer, dijo estar a favor de negociar el préstamo con la ACL y el Ministerio de Cultura, pero Cartín dijo oponerse con una cláusula propuesta en que el Incofer da un mes a la ACL para que se desaloje el edificio, si se le notifica que se quiere su devolución.

Ante esta situación, Iván Rodríguez, viceministro de Cultura y comisionado por el ministro, Manuel Obregón, para buscarle salida al problema, aseguró a La Nación que ahora tienen interés en que la ACL esté en el antiguo Banco Anglo. Rodríguez propone darle una sala de sesiones y un espacio para la biblioteca.

Cartín dijo que, contrario a lo ordenado por el decreto emitido en el 2003, Cultura propone dar la sala en el primer piso y una oficina en el tercero.