Desarrollo personal

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

¿Cómo se supera una gripe o se repara un hueso fracturado? ¿Cómo crece un niño? Como actores de nuestra vida ordinaria, perdemos de vista que hay procesos que ocurren sin nuestra voluntad y sin nuestra participación consciente.

En todos estos procesos vitales se conoce muy bien la explicación de cómo se van hilvanando los elementos del proceso conducente al resultado.

Lo que no está muy claro es el big bang . Lo que ocurre un segundo antes de que ocurra el primer paso del proceso.

Carl Rogers, en un viejo libro titulado El proceso de convertirse en persona , relata que, de niño, vivía con su familia en una granja en Wisconsin.

Cosechaban papas y las almacenaban en un sótano para ir consumiéndolas poco a poco, de manera que al final del invierno ya quedaban unas pocas aquí y allá.

Hay una tendencia ciega, irreversible, de la vida a afirmarse a sí misma, a continuar, a transmitirse, a evolucionar hacia formas más complejas, desde los organismos primitivos hasta la irrupción de la conciencia en la materia viva. Quizá nuestro desarrollo como personas es inevitable y quizá la mayor contribución que podemos hacer a ese proceso consiste en eliminar obstáculos a esa tendencia constructiva, inevitable, afirmativa, de manera que la gran búsqueda consiste en detectar cuáles son esos obstáculos. Y, a la hora del pesimismo, apostar a que hay algo en marcha que nos sacará del bache.