París, 2 jul (EFE).- Varias decenas de miles de personas asistían a media tarde al concierto contra la pobreza organizado en Versalles en vísperas de la cumbre del G8, lejos de las cifras que habían barajado en principio los organizadores.
La prefectura (delegación del Gobierno) habló de 40.000 personas a las 18.00 (16.00 GMT), hora y media después del inicio del concierto, que debía prolongarse hasta las 23.00, mientras que los organizadores habían señalado al alcalde de esta ciudad ubicada a una veintena de kilómetros al sur de París, que la cifra final podría estar entre 100.000 y 200.000.
Del ámbito político estuvo presente el socialista Jack Lang, antiguo ministro de Cultura y presidente del Comité Francia por Africa, creador de la Fiesta de la Música que su país ha sabido exportar a otros países.
El rapero Passi fue el encargado de dar el pistoletazo de comienzo al concierto Live8, y le siguieron, en la escena montada frente al patio de armas del Palacio de Versalles, el grupo británico de rock Musi y Kyo.
A continuación estaban programados Florent Pagny, Kool Shen, Yannick Noah, Calogero, la colombiana Shakira, Placebo y The Cure.
Como en los otros nueve conciertos organizados en Londres, Tokio, Berlín, Roma, Filadelfia (Estados Unidos), Barrie (Canadá), Johannesburgo, Moscú y Cornualles, la iniciativa había corrido a cargo del músico irlandés Bob Geldof.
Los espectadores pudieron entrar en contacto por televisión con las otras nueve ciudades.
Ante las previsiones iniciales de una asistencia masiva que no parecía confirmarse, se había dispuesto una escena de 50 metros con seis pantallas para poder seguir la evolución de los músicos desde lejos.
En lo que se refiere a la seguridad, se había contratado a 200 guardas jurados para vigilar los accesos a la escena, así como más de un millar de policías para evitar eventuales desbordamientos. EFE
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