Debatir en serio sobre electricidad

¿Acaso hay expertos en la Asamblea en costos y planificación energética?

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En su artículo del 5 de abril, el diputado Juan Carlos Mendoza habla de nuevo sobre el sector electricidad, un tema del que trata con una propiedad digna de un experto en la materia, pero lamentablemente sus argumentos indican todo lo contrario.  Cito cuatro de sus apreciaciones erróneas:

Falacia sobre las tarifas: “No existe un problema de tarifas”. Las tarifas de hace 16 años que cita don Juan Carlos no son más que una cortina de humo –no indica de dónde salen sus números y de paso acepta que las tarifas residenciales sí han subido, independientemente de la razón–.  Pero la verdad del asunto es que ignora por completo la estadística mucho más relevante que cita La Nación : las tarifas en los últimos 6 años han subido 30% por encima de la tasa de inflación, y se espera que continúen subiendo en el 2013.  Por esto los grandes consumidores vienen sonando alarmas desde hace varios años, ya que su competitividad se está viendo seriamente comprometida (¿cuál empresa aguanta que uno de sus insumos principales aumente de esta manera?), y en su desesperación buscan la alternativa de comprar energía directamente a los generadores privados (¿por qué será?). Sin embargo, aclaro que para la mayoría de los generadores privados (mi empresa incluida) no es una prioridad el venderle directamente a los grandes consumidores.

Falacia sobre la generación privada: ”La generación privada es más cara”. Solo falta revisar las ofertas de los últimos 3 procesos de contratación pública que ha organizado el ICE para darse cuenta de que los generadores privados son más que competitivos.  Alrededor de 400 MW de energía hidroeléctrica y eólica se han ofertado con tarifas promedio entre 8,3 y 12 centavos de dólar por kWh, considerablemente más bajos que los costos de generación de proyectos recientes del ICE y CNFL como PH Pirrís y PE Valle Central, que se acercan a los 20 centavos, y ni hablar de las térmicas de Garabito y Moín que están bastante por encima de eso.  Pero en todo caso no me crean a mí, pregúntenle al ICE por qué decidió contratar casi 200 MW de los ofertados en esos 3 procesos si nadie lo obliga a hacerlo.

Falacia sobre el modelo solidario. “La generación privada atenta contra el modelo eléctrico universal y solidario”. En el sector energía hay tres partes en la cadena de abastecimiento: la generación (dónde se produce la electricidad), la transmisión (el transporte de energía a las subestaciones) y la distribución (dónde se hace llegar la energía al consumidor final).  Cuando hablamos de acceso universal y solidario realmente el enfoque es en las últimas dos (las que proveen del acceso) –la generación solo afecta en términos de la tarifa que se le puede ofrecer al consumidor final (cuanto más bajo el costo de generación, menor podrá ser la tarifa)–.  Por esto, el abrir más el modelo a la generación privada solo afectaría en la medida que fuera más costosa, pero como ya vimos, ejemplos sobran para indicar que ese no es el caso.

Falacia sobre los veranos. “Los generadores privados no están dispuestos a aportar energía durante los veranos”. Costa Rica tiene el privilegio de contar con uno de los mejores recursos eólicos del mundo, con el que se puede proveer de energía limpia, renovable y con uno de los impactos ambientales más bajos que existe (menor al de las hidroeléctricas a filo de agua y mucho menor a las que tienen embalse).  Y es precisamente durante el verano cuando más soplan los vientos, de manera que un proyecto eólico puede llegar a promediar más de 70% de factor de planta (el porcentaje de su capacidad nominal que logra despachar).  Pues resulta que en este momento el ICE cuenta con elegibilidades de proyectos eólicos privados por más de 500 MW (aprox. un 20% de la capacidad instalada del país), proyectos con nombre y apellido que lamentablemente no se podrán construir, dadas las limitaciones a la generación privada.

Argumentos para el debate. Ahora sí, me gustaría proponer mis propios argumentos para este debate que quisiera don Juan Carlos.  ¿Cierto o no que usted defiende al ICE como la base de nuestro modelo eléctrico y como el máximo experto en nuestro país en temas de energía?  ¿Cierto o no que usted propone el fortalecer al ICE para que pueda seguir desarrollando el sector eléctrico, buscando la generación al más bajo costo para poder seguir invirtiendo en la infraestructura de transmisión y distribución que asegure el acceso universal y solidario a todos los costarricenses?

Entonces, explíqueme usted: ¿Por qué insiste en seguir limitando al ICE en su capacidad de poder comprarle energía a los generadores privados?  Recuerde que, al subir o eliminar los topes a la generación privada en nuestro país (como pretende la Ley de Contingencia Eléctrica), en ningún momento se le está obligando al ICE a comprar energía privada, simplemente se le está dando al ICE la opción de comprarles a los privados.

Desde el punto de vista del ICE la decisión es muy sencilla: si los privados ofrecen tarifas que le son atractivas (en otras palabras, más bajas que los mismo costos del ICE para proyectos nuevos), entonces les compra; si no, simplemente puede decidir no abrir nuevos procesos de licitación o, aun si licita y las ofertas no le son atractivas, no tiene ninguna obligación de adjudicar.  Explíqueme, entonces: ¿Cómo el darle esta opción al ICE puede ser negativo tanto para el ICE como para los costarricenses?  ¿Acaso no confía usted en el mismo ICE que tanto defiende y que dice ser la máxima autoridad en temas de energía?

Mi argumento principal entonces se resume de manera muy sencilla: al imponerle al ICE un tope en su capacidad de comprarle energía a los generadores privados (que en este momento corresponde a un 30% de la capacidad instalada del país), los legisladores le están diciendo al ICE: no confiamos en que ustedes puedan tomar las mejores decisiones acerca de cómo abastecerse de energía al costo más bajo y, por lo tanto, vamos a restringirles su capacidad de comprarle al sector privado.  ¿Acaso hay expertos en la Asamblea Legislativa en planificación energética y cálculos de costos de generación a corto, mediano y largo plazo?  Y, aunque los hubiera, ¿saben más que los mismos expertos del ICE?