De su vida y de su boca

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El primero en reconocer que es “un bocón incorregible” es el propio Sean Penn. Estas son algunas pinceladas de su vida... y algunas “boconadas” épicas.

Hace tres años, en la fiesta que Vanity Fair organiza la noche de los Óscar, Penn se topó con la cantante, que iba acompañada de Brahim Zaibat, 28 años menor que ella. El actor afiló su lengua y le preguntó: “¿Has adoptado otro niño?”. La reina del pop enmudeció de cólera y, se dice, que su exesposo le arruinó la noche. Sin embargo, unas semanas después se les vio cenando juntos, tranquilamente, en Los Ángeles.

Con apenas 11 años, el pequeño Sean daba fuertes indicios de lo que sería su personalidad. Sus padres han contado que se preocuparon por su naciente rebeldía cuando clavó en la puerta de su habitación una cita de Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de Estados Unidos: “Nuestros niños nacen libres, y su libertad es un regalo de la naturaleza y no de quienes los engendraron”.

Esta aseveración la ha repetido por todo el mundo:“Todos los periodistas que llamen dictador a Hugo Chávez deberían ir a la cárcel”.

“Cuando te divorcias, todo se vuelve claro, te sientas y dices: ‘ ¿Cómo pudo ella cambiar tanto?. Entonces te das cuenta de que tu matrimonio ha sido un fraude. Y también me di cuenta de que nunca, en mi vida, me he sentido amado”.

Sobre la convalecencia de su hijo menor, tras el grave accidente que sufrió: “Fueron ocho meses terribles. Fue un período muy, muy difícil. Después él se fue a vivir con su madre y yo me quedé solo. “Pasé muchos días en la casa, en piyama, viendo la televisión. Un día encendí el aparato... y me encontré con el terremoto de Haití”.

El actor dijo tras enterarse de la muerte de Chávez que Estados Unidos había perdido “un amigo que nunca supo que tenía”.

“No entiendo a las nuevas generaciones de hoy. Posan en comerciales de relojes o de barcos de lujo. Los míos (de su generación) jamás haríamos eso”.

El actor entonces comenzó a salir y beber mucho. “Pasé muchos días en la cama. en pijama, viendo la televisión”.

Soy un bocón. ¡He dicho tantas cosas!1