Con su nuevo espectáculo Interficciones, la compañía Danza Universitaria se pone provocativa al criticar a los canales de televisión que se hacen llamar semilleros de artistas y, según la agrupación, solo buscan más televidentes.
Además, con esta nueva creación se mantiene vivo el deseo de experimentación de la compañía, al explorar en el campo de la danza-teatro. Interficciones es una cocreación entre los actores y directores Janko Navarro y Óscar González y los bailarines.
La producción se desarrolla en torno a una compañía de danza que logra mantenerse a flote, a pesar de los recortes del presupuesto para actividades culturales y a pesar de ellos mismos.
Paralelo a su historia, esta propuesta muestra con algo de farsa lo que consideran clichés del mundo del espectáculo.
Navarro, uno de los codirectores, explicó que se refieren a cómo canales de televisión ofrecen una imagen de ser un semillero de artistas, cuando lo único que hacen es ser un producto televisivo que busca que más espectadores los vean.
“Realmente ellos (los canales de televisión) no están comprometidos con la formación de nadie, sino con el rating, pero manejan ese discurso ambiguo que dice que lo que hacen es producción de arte”, manifestó Navarro.
Como un reality. Siempre en su línea provocativa y con algo de parodia, usan esa figura popular de los programas tipo reality show, donde hay eliminación de participantes. No obstante, Danza Universitaria propone un tipo de programa de realidad en que lo que está en juego son los presupuestos para producir espectáculos culturales reales.
Navarro agregó que Interficciones es una historia que transita entre lo personal y lo ficticio, una delgada línea que quiere confrontar la cultura del mundo del espectáculo y también el del arte.
Para contar esas historias, la de la compañía de danza y este mundo del espectáculo, la propuesta desarrolla un lenguaje donde el movimiento de los cuerpos tengan una consecuencia, que sea menos lúdico y ofrezca más contexto.
“Intentamos llevarlos (a los bailarines) a un trabajo donde justifiquen sus movimientos y acciones. Aunque en una escena del espectáculo hay un grado de lenguaje casi performático”, finalizó el actor y director.
Ahora, le toca al público ver si este viaje de los muchachos de Danza Universitaria por los terrenos del teatro resulta en un trabajo satisfactorio de ver y, ante todo, de disfrutar.