Preguntarle ahora al diputado libertario Danilo Cubero por una pelea de gallos, es como puyarlo con una espuela de combate.
Cuando se le consultó sobre el proyecto que impulsa una Asociación de Criadores de Gallos, para legalizar las peleas, la respuesta de Cubero estuvo cargada de negaciones.
“Ese es un tema de ellos, de la Asociación; no estoy promoviendo proyectos. No sé ni de qué se trata. El otro día mandé una nota a la Asociación de Galleros, un ente jurídicamente establecido y no formo parte de ellos, no soy parte de ellos. Me salí del tema, nunca he estado con el tema”, aseveró.
El legislador, quien tuvo que renunciar en abril pasado a sus aspiraciones a presidir el Congreso, cuando admitió que es aficionado a las peleas ilegales de gallos, tampoco quiso profundizar sobre el proyecto de ley ni sobre el trámite que podría dársele.
“¿Cómo lo van a hacer? (para impulsarlo). No es un proyecto mío, no me lo han pedido, lo desconozco, no sé de qué se trata, no puedo opinar de algo que no conozco”, insistió Cubero en un escueto diálogo con el periódico La Nación.
De todas maneras, en su fracción y en el resto de agrupaciones políticas del Congreso, hay una marcada posición de rechazo a las peleas de gallo, que fueron declaradas ilegales desde 1922.
Más bien, el Congreso impulsa dos proyectos para penalizar el maltrato a animales y defender los derechos de estos.