Cultura celebra sus raíces africanas

Ovacionados El Ballet Nacional Folklórico Garífuna fue la principal atracción de la noche. La música estuvo dominada por el ritmo del soul y el gospel

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Un auditorio semivacío, pero lleno de sabor celebró el martes la entrega de los premios Limón Roots. El evento –cita obligatoria para la comunidad afrodescendiente del país– festeja las artes y la cultura afrocaribeñas.

La actividad derrochó talento de artistas diestros en la interpretación de música soul y gospel, así como la presentación de bailarines de danzas garífunas.

Serenidad. La primera parte de la noche estuvo dominada por participaciones musicales de géneros tranquilos y conmovedores.

La profunda voz del barítono Randall Robinson fue la encargada de comenzar el espectáculo. La memoria de tiempos de luchas se apoderó del teatro, mientras la letra de la canción Ol’ Man River brotó de la garganta del cantante granadino.

El público recibió con un silencio atento la interpretación de Robinson; una sorpresa en el programa.

Seguidamente, el quinteto de gospel Masterkey cantó sus temas religiosos y de contenido positivo, junto a la Banda Nacional de Conciertos de Limón.

Los artistas despabilaron al público con su música y los pusieron a aplaudir al ritmo de Quién iba a creer y Cantando victoria.

La cantante barbadense Anya Lord y la costarricense Julie Linox sustituyeron al grupo de gospel con una pieza emotiva en inglés. La voz experimentada de Lord transportó al público hacia un plácido final del segmento musical de la noche.

Tambores. La tranquilidad de la ceremonia fue agradablemente interrumpida por el Ballet Nacional Folklórico Garífuna de Honduras.

Con ritmo cimarrón y el golpeteo de bastones, los bailarines conjuraron a escena los colores y movimientos de África.

El grupo presentó por primera vez su obra Madiba, coreografía de 20 minutos dedicada al líder sudafricano Nelson Mandela.

El grupo estuvo acompañado por el bailarín clásico Kelvin Calvalho, en el papel de Mandela.

Madiba sedujo a los presentes con el cadencioso movimiento de caderas y manos de sus bailarines, el infeccioso retumbar de los tambores y llamativos vestuarios que gritaban por libertad para todos los seres humanos.

El final de la presentación fue recibido con gritos de algarabía y una ovación de pie por parte de todos los presentes.

Los garífunas regresaron durante la segunda parte de la ceremonia con un baile acerca del racismo y el orgullo negro.

Por otra parte, la entrega de los premios Limón Roots a seis jóvenes ofreció una oportunidad para visibilizar la labor de miembros de la comunidad afrodescendiente en el país y el resto del Caribe.

Intercambio. Como parte de las actividades del Festival Limón Roots, un centro educativo pudo aprender y celebrar de una manera diferente el Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense.

Un grupo de niños de la Escuela 15 de Agosto, ubicada en Tirrases de Curridabat, recibió talleres sobre cultura y bailes limonenses.

Los estudiantes crearon sus propios trajes africanos y algunos visitaron por primera vez un teatro, para participar de la ceremonia y hacer una pequeña intervención.

“Esta semana he ensayado y aprendido mucho sobre el baile y todas las cosas que hay en Limón. Me gustó mucho ver a toda la gente de Limón aquí y este lugar me encantó ”. dijo Astrid Quesada Rodríguez , de 10 años.

La fiesta anual fue despedida por música, bailes y promesas de un espectáculo todavía más grande para el próximo año.